El Fiscal General del Estado, José Manuel Maza, mostró ayer su respeto hacia la decisión de la justicia belga de dejar en libertad al expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, y los exconsellers que le acompañan.

«Respeto las decisiones jurisdiccionales. Aunque algunos consideran que es la prueba de que los jueces españoles se equivocan porque en Belgica hayan acordado la libertad. También se puede volver el argumento: la prueba de la equivocación de los jueces belgas es que en España se ha acordado la prisión. Pero eso no es así, cada caso es distinto. En el riesgo de reiteración delictiva no es lo mismo la situación de los que están en España que los que están el extranjero».

Maza valoró ayer la situación actual de Catalunya antes de ofrecer una conferencia en el Club de Encuentro Manuel Broseta de València. Confía en que la justicia belga entregue a los dirigentes catalanes que viajaron a Bruselas: «Creo que sí se les va a enviar a España porque tenemos más que fundamento», aseguró al ser preguntado sobre si esperaba la entrega de Puigdemont y sus consellers.

El Fiscal General del Estado también rechazó adelantar la postura de la Fiscalía en la comparecencia de la próxima semana ante el Supremo de la presidenta del Parlament de Catalunya, Carmen Forcadell, y el resto de miembros de la Mesa.

«No puedo anticipar la posición de la Fiscalía y menos antes de que preste la declaración correspondiente y sepamos realmente si hay fundamento. No puedo anticiparlo, por sentido de la discreción y porque todo depende de lo que ellos declaren». Aunque sí añadió que «la decisión se acomodará al riesgo de reiteración delictiva. Porque en nuestra decisión no ha sido fundamental plantear el riesgo de fuga y la destrucción de pruebas. Sobre todo nos hemos basado en un riesgo de reiteración delictiva que la Fiscalía cree que no se debe consentir», justificó.

También ha rehusado adelantar qué delitos se les podria imputar a los miembros de la mesa del Parlament. «La Fiscalía no se decanta por ningún delito sino que hace posible todas las opciones que se pueden presentar: rebelión, sedición, malversación y algún otro delito conexo como prevaricación y desobediencia». Maza también admitió que los fiscales en Cataluña están recibiendo «presiones muy fuertes, incluso familiares pero están ahí al pie del cañón, a pesar de que algunos tienes convicciones nacionalistas. Son presiones que se están comprobando y controlando».

Por último, defendió la reforma judicial para que la Fiscalía sea quien investigue todas las causas y que los jueces se limiten a ser «garantes de derechos». Una reforma necesaria porque «la lentitud de la justicia ya es problema de Estado por la desafección que genera en temas de corrupción».