El exvicealcalde de València, Alfonso Grau, rompió ayer su silencio judicial de 21 meses desde que fue detenido el 22 de febrero de 2016, acusado de un presunto delito de cohecho y blanqueo de capitales. Grau solicitó comparecer voluntariamente ante la titular del Juzgado de Instrucción número 19 y el Fiscal Anticorrupción que lo investigan aceptar, presuntamente, dos relojes regalados por un empresario, devolverlos y comprar otros más caros pagando la diferencia en metálico. La Guardia Civil sospecha del origen de este dinero, que no ha quedado aclarado.

Un origen que el exvicealcalde intentó aclarar en su comparecencia voluntaria, aunque sólo aceptó responder a las preguntas de su abogado, según confirman a Levante-EMV fuentes conocedoras de su declaración. La explicación ofrecida por Grau, 21 meses después de que se le acusara es guardaba dinero en metálico en una caja de seguridad del BBVA. Un dinero que, según la explicación que dio a preguntas de su abogado, tenían un origen legal y se debían al fruto de su trabajo como cirujano en el Hospital General (profesión que abandonó en 1995 cuando entró en política con Rita Barberá) y de la clínica que regentaba su primera mujer, ya fallecida.

Los agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Guardia Civil constataron que Grau recibió del empresario investigado dos relojes, presuntamente pagados por éste: un Breguet Classique, valorado en 13.000 euros, y otro por valor de casi 12.000 euros. El primero lo habría devuelto para adquirir un Lange & Söhne de oro valorado en 25.680 euros, para lo cual entregó en efectivo cerca de 9.000 euros, mientras que el segundo lo canjeó por un Vacheron Patrimony con un precio de 16.825 euros, por lo que completó la compra con 3.000 euros en metálico.

No es la única sospecha sobre el manejo de elevadas cantidades de dinero en metálico por parte de Alfonso Grau. Su exasesor declaró ante el juez y el Fiscal Anticorrupción que Grau le entregó 350.000 euros en billetes de 500 euros en 2008 para pagar deudas pendientes de la campaña electoral de 2007. Aunque sobre estos últimos hechos deberá responder en el Caso Taula, en el que se negó a declarar el 6 de octubre.