Ismail Maliki, de 26 años, murió el 24 de diciembre de 2014 en Irak al hacer estallar explosivos tras camuflarse entre un grupo de soldados que esperaban a cobrar su salario en Madaen, al sur de Bagdad. Se llevó por delante la vida de 33 soldados y milicianos iraquíes, y hubo más de 55 heridos según las primeras informaciones en la prensa internacional.

La noticia del atentado perpetrado por Ismail apenas rebasó las fronteras de Irak y ocupó algunas columnas en medios estadounidenses gracias a un teletipo de la agencia Reuters. En España, ni siquiera se ganó un hueco pese al número de fallecidos. Nadie sabía entonces que el autor del atentado no sólo había vivido los últimos siete años de su vida en España, concretamente en Sagunt, sino que ese había sido el lugar donde se había radicalizado y donde había obtenido el adiestramiento mínimo para decidir dar su vida por la causa yihadista.

Sí lo sabían los servicios de inteligencia españoles, que conocían no sólo las actividades de Mohamed Alla El Bakhti, el marroquí de 47 años arrestado ayer en su domicilio de Sagunt, sino también la marcha de uno de sus más fieles seguidores, el también marroquí Ismail Maliki, de 26 años.

No fue hasta marzo cuando los agentes de la lucha antiterrorista de la Policía Nacional, de la Guardia Civil y del CNI supieron que Maliki había muerto inmolándose en un atentado con explosivos en Madaen, 45 kilómetros al sur de la capital iraquí. Ocurría sólo un mes y medio después de haber salido de Sagunt, recorriendo cuatro países -incluido el suyo- antes de llegar a Irak. La Policía Nacional, artífice de la operación antiterrorista desplegada a primera hora de ayer en la capital del Camp de Morvedre, destacó ayer esa rapidez en actuar para demostrar el grado de radicalización al que había sido sometido Ismail en un cortísimo periodo de tiempo.

La información que aparece aún en internet acerca de esa acción detalla que el autor del atentado, vestido con uniforme militar iraquí, se coló entre la tropa que hacía cola ante una base militar a las afueras de Madaen.

Tres años de investigación

El terrorista hizo explosionar una potente bomba que no sólo acabó con su vida, sino que se llevó por delante la de 30 milicianos y tres soldados, y provocó heridas de diversa consideración a 55 más. El Estado Islámico reivindicó en los días siguientes la acción.

Desde que llegó a los servicios de inteligencia españoles la noticia de que Maliki había muerto cometiendo un atentado, se recrudeció la vigilancia sobre su presunto adoctrinador.

Desde entonces, ningún otro fiel de cuantos solían frecuentar la casa de Mohamed volvió a partir hacia Oriente Medio, pero su grado de radicalización llevó a la Policía Nacional a decidir que había llegado el momento de detenerlo.

Agentes de la brigada de Información de València y de la comisaría de Sagunt, bajo la supervisión de la brigada antiterrorista central, entraron a primera hora de la mañana de ayer en el domicilio de Mohamed y lo arrestaron. El registro practicado a continuación en la vivienda se prolongó por espacio de varias horas, mientas agentes uniformados, fuertemente armados, vigilaban durante todo ese tiempo el acceso a la finca.

Al terminar el registro, el detenido fue conducido al centro de salud de Sagunt y, más tarde, a la comisaría local. Está previsto que la Policía Nacional se lo lleve a primera hora de hoy a la Audiencia Nacional, en Madrid, el órgano judicial competente en materia de terrorismo.

El segundo caso en dos años

Esta es la segunda ocasión en la que un musulmán residente en Valencia fallece en territorio del Estado Islámico (EI), tras haberse radicalizado en suelo español y haber viajado a Siria o Irak. De hecho, cuando Ismail Maliki ya había muerto, un joven musulmán de Benetússer, Samir, emprendió el mismo viaje, pero en vez de a irak, optó por ir a Siria y unirse allí a las filas del EI, en un momento en que las perspectivas de ganar terreno del grupo terrorista eran mucho más elevadas.

Samir, que había dejado en Benetússer a su mujer embarazada y a su hijo de corta edad, falleció en combate en octubre de 2016, lo que hizo que cesara la investigación abierta dos años antes por los servicios antiterroristas de la Guardia Civil. Durante todo ese tiempo, la mujer sobrevivió gracias al resto de la comunidad musulmana de Benetússer.

20 arrestos

Año 2015: Tres detenidos, entre ellos una joven de Gandia. Durante el año 2015 se produjeron tres detenciones de personas relacionadas con el Estado Islámico en tierras valencianas. Una de las arrestadas era una chica marroquí de 18 años, acusada de reclutar a mujeres para el EI.

Año 2016 : Diez yihadistas apresados en solo un año en la Comunitat. El 2016 comenzó con ocho colaboradores del EI detenidos en el mes de febrero , siete en Alicante y uno en Ontinyent. En el mes de junio otro sospechoso era arrestado por apología del terrorismo en València.

Año 2017 : Dos imanes, en Benetússer y Teulada-Moraira. El pasado mes de marzo fue arrestado el imán del mezquita de Benetússer y un mes después otro líder religioso en Alicante. El detenido de ayer se suma a un tercer arrestado este año en la Comunitat, que acumula ya 20 detenidos desde 2012.