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La difícil relación de Bonig y los empresarios

Las diferencias por el 18N suponen un episodio más de un desencuentro que nació en los tiempos de consellera

La difícil relación de Bonig y los empresarios

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, comentó con sorna en una de sus últimas ruedas de prensa que tenía «problemas» con los «hombres del PSPV». Se refería a la falta de complicidad con ciertos socialistas, que no habían contestado a su petición de reunión. Una queja que entra dentro del guión. Peor encaje tiene, sin embargo, que la lideresa y aspirante a presidir la Generalitat en 2019 tenga «problemas» con los dirigentes empresarios, históricamente aliados naturales del centro-derecha en la Comunitat Valenciana.

El último encontronazo entre Bonig y los empresarios se ha producido a cuenta de la manifestación del 18 N. Con el anuncio de Ciudadanos de sumarse, el PP se ha quedado solo, pero lo que más les dolió fue la decisión de la patronal de ponerse tras la pancarta. Un varapalo para el PPCV, que no podrá ahorrar a Génova una foto con carga crítica contra Rajoy.

La responsable popular considera un error estratégico salir a la calle cuando la negociación sobre el nuevo modelo de financiación está ya en los despachos. Ahora bien, no es la primera vez que Bonig se enfrenta a los empresarios. De hecho, su relación nunca ha sido plácida. Ni si quiera cuando ocupaba un sillón en el Consell. En su doble condición de titular de Infraestructuras y coordinadora del PPCV, Bonig leyó la cartilla a los empresarios cuando estos se plantaron y exigieron verse con Montoro. «Algunos empresarios no reclamaban y no chillaban tanto cuando el Gobierno socialista discriminó en época de bonanza a la Comunitat», soltó Bonig en el año 2014.

Las incendiarias declaraciones tuvieron su réplica. El rifirrafe no amilanó a Bonig, quien también llegó a quejarse en su condición de consellera de las peticiones del sector.

Ya, en la oposición, Bonig no logró reconducir la relación con los líderes empresariales, quienes ni si quiera acudieron a la clausura del congreso regional del PPque la encumbró como presidenta. En su congreso, Bonig quiso ampliar la base social del PPCV rebautizándolo como el «partido de los trabajadores», pero su ideario es claramente liberal: menos impuestos, menos administración y más colaboración pública privada, etc.

Ahora bien, Bonig también reniega del simbiosis que durante años hizo su partido con los empresarios. En una entrevista en 2016 a Levante-EMV, pedía mayor independencia para los empresarios tras admitir que el gobierno popular trató de «utilizarlos». El sector empresarial debe reivindicar al margen del gobierno». Para la cúpula regional está independencia no se ha producido y en esta clave, comentan algunas fuentes, debe verse la rectificación de los empresarios al pasar del no al sí a la manifestación.

Desde el PPCV se insiste en que no es el momento de salir a la calle y apuntan que incluso puede tener un efecto disuasorio para quienes quieren invertir en la Comunitat Valenciana. Estas fuentes añaden que los empresarios deberían ver quienes son los «compañeros de viaje» de la manifestación en alusión a entidades como Acció Cultural y atenerse a las consecuencias cuando reivindican ante el Gobierno central.

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