"Durante años se nos ha catalogado de paranoicos, de fascistas, de derechona, de casposos y de incultos. No lo somos y estamos hartos de estar callados, por eso hemos estamos aquí", señalaba Ana al poco de iniciarse la marcha. Verónica, que iba con sus dos hijos de corta edad, explicaba su participación por su temor al «adoctrinamiento que reciben en las escuelas. Ahora quizá no hay peligro, pero en 10 o 15 años estará esto lleno de catalanistas». José Luis tildaba de "ridículo" plantear su preferencia entre ser valenciano o español. "Es cómo preguntar a quien quieres más, a tu madre o a tu padre". "No hay derecho a que Ribó y Oltra, que dicen ser nuestros representantes, estén a favor de lo que hagan los catalanes", concluía Rosa.