PSPV y Compromís, los dos partidos que gobiernan la Generalitat, han puesto en marcha toda su maquinaria y capacidad de movilización para tratar de que la manifestación del próximo sábado por un trato justo en financiación sea un éxito. La coalición que lidera Mónica Oltra reunió ayer en el Botànic a sus principales cargos para exigir equidad en la nueva financiación que garantice servicios dignos.

Oltra y el alcalde de València, Joan Ribó llamaron a los vecinos d ela capital a asistir a la manifestación del día 18 en València para reivindicar el derecho a tener una financiación justa y reiteraron que el nuevo modelo debería tener en cuenta los niveles de pobreza de cada territorio.

Mientras, el presidente, Ximo Puig, llamó a la participación masiva en la manifestación porque es a favor del pueblo valenciano. Puig lamentó que el PP utilice de forma partidista las instituciones y denunció que mientras los ministros tardan en recibirlo, la presidenta del PP, Isabel Bonig, tiene todas las puertas ministeriales abiertas.

Precisamente, la presidenta del PP, Isabel Bonig, inició ayer sus encuentro con miembros del Gobierno de Mariano Rajoy justo a unos días de la manifestación del sábado en la que el PPCV no participará. Ayer, Bonig, la secretaria general, Eva Ortiz, y el presidente del PP de Alicante, José Císcar, se reunieron en Madrid con la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina.

Bonig salió a las 21.00 de ayer de la cita y se declaró «optimista» y «contenta», señalaron fuentes del partido. La ministra tiene «un mensaje tranquilizador para los regantes valencianos», aseguraron las citadas fuentes, si bien Bonig prefirió no realizar declaraciones por «lealtad» al presidente de la Generalitat, que hoy tiene previsto un encuentro con Tejerina. Quiere que sea esta la que comunique a Puig las medidas que prepara el Gobierno ante la carencia de agua.

En Presidencia ha molestado especialmente esta reunión de la líder del PP con la ministra de Agricultura. El equipo de Puig llevaba tiempo detrás de esta cita y considera «juego sucio» que Bonig se haya adelantado unas horas.

La líder del PP también se reunirá esta mañana con el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, algo que también ha criticado el president, si bien en este caso Puig mantuvo hace pocas semanas un encuentro con el ministro sobre la reforma de la financiación autonómica. Esa charla quedó acordada en la visita que Puig realizó en septiembre al presidente Rajoy en la Moncloa.

Bonig advirtió ayer al jefe del Consell que «el cambio de modelo de financiación hay que pelearlo donde toca» y, según ella, el PP es el único partido que está mostrando coherencia con la reivindicación del cambio del modelo de financiación.

Sin embargo, a Bonig le han llovido críticas por no acudir a la manifestación y reunirse con Montoro la misma semana. Podemos criticó su «deslealtad institucional», haciendo un uso «partidista» de los derechos de los valencianos mientras es la única formación que ha decidido no participar en la manifestación del 18N.

El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, pidió a la presidenta del PPCV que aproveche su reunión con Montoro para exigirle que pida disculpas por el maltrato al que ha sometido al territorio valenciano durante los seis años que lleva de ministro.

Puig pidió ayer por su parte que la manifestación del 18N defienda los derechos de los valencianos de la forma más unitaria y alejada del partidismo. «Estamos ante una semana decisiva; nos jugamos nuestro futuro, la igualdad de trato en relación al resto de españoles y, sobre todo, nuestro derecho a la educación, la sanidad y la protección social», aseguró Puig.

También, los organizadores reclamaron una manifestación sin banderas que permita realzar el lema de la manifestación, todavía sin precisar, aunque son conscientes de que será inevitable la presencia de banderas y probablemente la disparidad de ellas.

ERPV se suma pero con otro lema

Mientras, Esquerra Republicana del País Valencià (ERPV) ha decidido adherirse a la manifestación aunque con consigna propia, reclamando la soberanía fiscal, al entender que sin ella no podrá darse una financiación justa, algo que los organizadores habían criticado al asegurar que quien actúe de esta forma no es bienvenido. ERPV critica que Compromís y el PSPV partan de «una premisa de subordinación al Estado español».