«Llega a Alfafar el único circo con animales en la Comunitat Valenciana». Ese es el reclamo que utiliza una compañía circense para promocionar sus funciones a partir del 25 de noviembre. Y tiene razón. Este circo ha conseguido el permiso para poder utilizar animales salvajes en su espectáculo porque el Ayuntamiento de Alfafar no ha podido negarse, ya que no hay ninguna normativa autonómica que lo impida y la compañía circense ha presentado toda la documentación requerida en regla.

Fue en septiembre de 2016 cuando la vicepresidenta Mónica Oltra anunció que el Consell había acordado en un pleno una modificación de la ley de animales de compañía para prohibir la instalación en la Comunitat Valenciana de circos que utilicen animales salvajes, convirtiéndose en la segunda autonomía de España en hacerlo.

Todos los grupos políticos aprobaron la modificación de la normativa que establecía que el uso de animales «no está justificado. No tiene valor educativo, conservacionista o económico y refleja una visión desfasada y poco respetuosa con la naturaleza y comportamiento de los seres vivos».

Los circos adoptaron el año pasado esta medida y eliminaron a los animales salvajes de su programación, sustituyéndolos por animales robotizados o espectáculos musicales.

Sin embargo, esta modificación aún no ha culminado los trámites parlamentarios para que entre en vigor. Ese es el escenario con el que se ha topado el Ayuntamiento de Alfafar. «En un primer momento denegamos el permiso al circo pero la gerencia del espectáculo alegó que tenía toda la documentación en regla y que no incumplía ninguna normativa, y fue cuando la secretaria del consistorio y el técnico municipal corroboraron que la ley autonómica no había sido modificada aún y que estábamos obligados a conceder el permiso», señala el alcalde de la localidad de l´Horta Sud, Juan Ramón Adsuara (PP).

El primer edil añade que «no podíamos negarnos porque se nos podría acusar de prevaricación» y además la empresa circense les advirtió de que, en caso de denegarles el permiso, acudiría a los tribunales. «Comprobamos que ya había sentencias a favor del circo en otros municipios de España donde se había producido esta situación, con multas a los consistorios de 100.000 a 200.000 euros. Nosotros no podemos hacer frente a esas cantidades», subraya Adsuara.

Lo que sí van a hacer desde el Ayuntamiento de Alfafar es convocar un pleno extraordinario para mañana, jueves, donde todos los partidos políticos aprobarán una moción que inste al Consell a que apruebe ya la modificación de la normativa que prohibe el uso de animales salvajes en los espectáculos.

Con todos los papeles en regla

El gerente explicó a Levante-EMV que conocen a la perfección el marco legal. «Tenemos el permiso para ocupar suelo privado, licencia de actividad privada, así como los informes positivos del Seprona y los certificados veterinarios que corroboran que tenemos a los animales en buen estado. Este circo es cien por cien legal», señala el responsable, que confía en llenar su nuevo espectáculo llamado Zoorprendente y en el que se anuncian tigres reales de Bengala, cocodrilos y serpientes gigantes del Nilo, los caballos dorados de Przewalski y poneys de Noruega, loros y papagayos y la fantasía de Tarzán y Jane con gorilas gigantes del Circo Ringland de Francia.

Todos esos animales ya están en sus jaulas a la vista del público junto al centro comercial MN4 de Alfafar, a la espera de que empiecen las funciones, el próximo 25 de noviembre.

Ese día, las asociaciones animalistas «Valencia antitaurina» y «Gladiadores por la paz» han convocado una protesta silenciosa delante de las instalaciones del circo, de 16.00 a 21.30 horas. «Es incomprensible que permitan la utilización de cualquier tipo de animal en un espectáculo. Los animales en las jaulas están estresados y en unas condiciones no naturales», señala Luisa Ferrer, de Valencia Antitaurina. «Pensábamos que ya se había zanjado este tema y que se había decretado la Comunitat Valenciana como libre de maltrato animal, por eso no entendemos que se permita este espectáculo», señala.

Por su parte, el gerente del circo asegura que si la protesta «impide el desarrollo normal de la función o perjudica el trabajo de los empleados, emprenderemos las medidas legales correspondientes». Así mismo recuerda que en localidades como Lugo, han conseguido sentencias a favor de poder usar animales en sus espectáculos.