La falta de respuesta a dos cartas enviadas al Gobierno de España, para solicitar sendas reuniones, una con la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y otra con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, han causado gran malestar en la patronal valenciana.
Ese ninguneo está en el origen del giro dado por la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que el pasado mes de septiembre rechazó sumarse a la manifestación convocada para este sábado día 18 por un trato financiero más justo para los valencianos, y que fue rectificada hace solo dos semanas; un cambio políticamente muy relevante porque ha dejado en fuera de juego al PP, que siempre confió en que los empresarios no participarían para para colgar a la protesta el cartel de partidista.
Los empresarios valencianos consideran que la falta de respuesta a sus cartas demuestra el ninguneo del Gobierno a sus reivindicaciones y creen que dos meses es tiempo suficiente para al menos haber recibido una respuesta de Santamaría y Montoro. En la CEV entienden que no los hayan recibido porque la crisis catalana ha tenido al Gobierno en continua tensión, pero sí creen que al menos es un tiempo suficiente para haber contestado a su escrito.
Las misivas salieron el 12 de septiembre y en ellas los empresarios recordaban que los partidos y las instituciones valencianas, entre ellas las Corts, han elaborado numerosos manifiestos en los que exigen un trato justo a los valencianos. En la carta trasladan las cifras ya conocidas de infrafinanciación, falta de inversiones que lastran la recuperación económica e incluyen la deuda histórica.
Tampoco es la primera vez que el ministro Montoro da largas a los empresarios valencianos. Ya ocurrió en los últimos tiempos del PP en el Consell. El presidente de la CEV, Salvador Navarro, aseguró ayer a Levante-EMV que el problema de fondo siempre es el mismo, el de la invisibilidad de los problemas valencianos en Madrid. Navarro también aseguró que en la decisión de sumarse a la manifestación del sábado ha pesado también que la junta directiva de la confederación apostó abiertamente por participar, así como los órganos que la componen.
Ayer, en la presentación de la manifestación del sábado junto a los líderes sindicales, Ismael Sáez (UGT) y Arturo León (CC OO), tantos ellos como Navarro señalaron que la participación es voluntaria ante la pregunta de si la patronal de la provincia de Alicante Coepa debería sumarse y si lo hará la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) o interpelados por la ausencia del PP. Tampoco saben si se sumarán las cámaras de comercio. León si deslizó críticas a Montoro por la reunión entre Bonig y el ministro y recordó que el tono empleado por el titular de Hacienda en su última visita a València en la que llamó «llorones» a los políticos valencianos no ayuda.
Los sindicatos anunciaron ayer que no se permitirán lemas partidistas en la manifestación para evitar que pueda instrumentalizarse. «No es bienvenido quien venga con un lema distinto o con la intención de confrontar», respondió Sáez preguntado por la presencia de la CUP.
Los organizadores irán en primera fila mientras que los representantes del Consell y de los partidos políticos lo harán en una especie de segunda cabecera.
Un total de 179 entidades se han sumado a la convocatoria. Los organizadores aseguran que habrá un antes y un después del 18N.
