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Desempleo

El 'brexit' reduce un 70 % los enfermeros valencianos que emigran al Reino Unido

Las oposiciones convocadas por Sanidad y el cambio en las condiciones de méritos para Gran Bretaña frenan la salida del personal de Enfermería

David Salas, con uno de sus pacientes en Escocia. levante-emv

Reino Unido, el que hasta ahora fue el país de futuro para el personal sanitario español en paro, ha sufrido un descenso del 95 % en el número de registros de enfermeras y enfermeros extranjeros en el Consejo de Enfermería y Obstetricia británico (NMC, en sus siglas en inglés). Más de mil inscripciones se efectuaron en 2015, pero tras la puesta en marcha del brexit el pasado mes de marzo, las cifras apenas rozan cien plazas.

Por lo que respecta a la Comunitat Valenciana, Juanjo Tirado, secretario general del Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova) explica: "Antes del Brexit, registrábamos entre cinco y diez enfermeros y enfermeras mensuales en el NMC". Así, desde la organización confirman una bajada de casi dos terceras partes en los valencianos registrados: 62 en 2016 versus 20 hasta el mes de noviembre. Casi un 70 por ciento menos.

Según Tirado, el problema deriva de la incertidumbre jurídica: "Con la salida de la UE, las prácticas en un hospital en Reino Unido no computarán para obtener plazas en centros públicos en España y dificultará aún más la obtención de empleo".

Asimismo, la prueba de nivel lingüístico que se implantó en enero de 2016, se endureció el pasado uno de noviembre. Según el NMC, la introducción de esta prueba sirve para "preservar la seguridad del paciente". El secretario general de Cecova apoya la iniciativa: "Nadie debería ponerse a instrumentar si presenta deficiencias lingüísticas. Si el nivel de inglés es bajo no pueden aspirar a quedarse en un puesto de responsabilidad directa, por lo que muchos pasarían a realizar una labor más propia de un auxiliar y no les merecería la pena".

El endurecimiento lingüístico ha subido el nivel exigido de un B2 hasta un nativo C1, en la prueba de lengua inglesa (IELTS, en sus siglas en inglés) donde se requiere un siete sobre nueve en las cuatro partes que conforman el examen.

Por su parte, los alumnos temen que esta sea una manera de comenzar a evaluar al profesional sanitario por el lugar del que proviene en lugar de por su calidad profesional, alimentando el sentimiento supremacista creciente en Reino Unido, señala Juanjo.

Asimismo, confiesa que hay otra cuestión que influye en el descenso de registros: la última OPE aprobada por la Conselleria de Salud Pública, donde se ofertaron más de dos mil plazas nuevas, tal como informó Levante-EMV el pasado mes.

"Con este nuevo marco, las expectativas de los jóvenes enfermeros han cambiado", señala Juanjo. Ahora prefieren quedarse y preparar las oposiciones en una comunidad, la Valenciana, que no supera los 500 enfermeros y enfermeras por cada 100.000 habitantes (una cifra por debajo de la media española).

"Estas nuevas decisiones harán que el ratio de profesional sanitario por habitante en el Reino Unido descienda dramáticamente y también la calidad de su atención", afirma. Y es que, según el Consejo General Médico (BMC), regulador de la profesión en el Servicio Nacional de Salud Británico (NHS), alrededor de un tercio de los enfermeros ingleses de las últimas décadas han sido extranjeros procedentes de 27 países diferentes y, en mayor medida, de España.

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