Si el cálculo de una Catedral con todos los asientos ocupados se acerca a las mil personas, esta cifra se alcanzó sin duda en la misa funeral en recuerdo a Rita Barberá, un año después de su fallecimiento, porque también fueron bastantes las personas que asistieron al oficio religioso de pie.

Fue un acto, obviamente, no tan multitudinario como el vivido hace un año, pero sí el particular homenaje que los seguidores de la que fue alcaldesa de la ciudad durante un cuarto de siglo no dejaron escapar. Cientos de vecinos, conocidos o admiradores se mezclaron con políticos populares de diferentes épocas y condiciones.

Eso sí, en lugares tan dispares, que se hacía difícil elaborar la lista completa. Lo cierto es que, en primera fila, separados de los asientos de la familia por el pasillo central, estaba la totalidad del actual grupo municipal. No faltó ninguno (Alfonso Novo, Eusebio Monzó, Félix Crespo, Lourdes Bernal, Vicente Igual, María Jesús Puchalt, Alberto Mendoza, Mª Ángeles Ramón-Llin y Beatriz Simón) como tampoco concejales de otras legislaturas: Juan Cotino, Jorge Bellver o Miguel Domínguez. También Francisco Lledó, Enrique Pérez Boada, Vicente Rambla, Marta Torrado, Consuelo Císcar, Rafael Ferraro... y un largo etcétera.

Con presencias muy significativas, como las de Francisco Camps, Alejandro Font de Mora, Vicente Betoret y Antonio Clemente en las primeras bancadas. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, siguió el oficio desde un discreto segundo plano, al lado de Bellver y Eva Ortiz. También representantes de diferentes entidades ciudadanas y empresarios.

La misa fue concelebrada por doce sacerdotes, encabezados por el cardenal Cañizares junto con los obispos auxiliares Esteban Escudero y Javier Salinas, los capellanes de las universidades católicas y el deán de la catedral.

"Sufrimiento de incomprensión"

"Recemos por Doña Rita, nuestra alcaldesa", aseguró el cardenal Antonio Cañizares, en su homilía, donde no escatimó reproches. Se mostró "cansado de este mundo, que condena a las personas sin importar más que los intereses, que entonces son bastardos". "Nuestra querida Doña Rita fue una gran servidora de todos, amó y se desvivió por los valencianos. La fe animó y dio coraje a la vida de Doña Rita", prosiguió para recordar el "sufrimiento de la incomprensión y el dolor causado por el rencor, la rabia y los intereses bajos".

Rita Barberá fue definida como "una cristiana de una pieza" y el fallecimiento, ayer hace un año "nos produjo un singular dolor por motivos que todos conocemos" y clamó por "un cambio en los modos de actuar en la sociedad. No podemos seguir así mientra no prime la dignidad. Debemos llevar a la política el mensaje de una regeneración urgente para que las personas estén por encima de los intereses". Concluyó esperando que "ahora ya esté viviendo en la dicha de Dios".

Cañizares aprovechó para pedir "por España en estos momentos difíciles" y "por que llegue el don de la lluvia, que tanta falta hace". No faltaron anécdotas, como la entrada en tropel de un grupo de personas mayores que se encontró con el oficio. Una comunión masiva, el himno de la coronación y un aplauso cerraron el acto.

Camps: "Será un tsunami"

El que fue presidente de la Generalitat, Francisco Camps, fue muy explícito a la hora de referirse ante los periodistas a quien fue su íntima colaboradora. "Con ella di los primeros pasos en política. Aprendí de ella el entusiasmo por el trabajo", y reconoció que llevaba ya quince días preparándose para este momento.

"He hablado con la familia... en principio iban a organizar el funeral en una iglesia cerca de donde viven, pero han preferido al final la Catedral y se ha demostrado cuánta gente la quería".

Tuvo para ella una especial comparación: "Rita va a ser un tsunami", en relación a las próximas elecciones. "Cuando la gente vea lo que ya no tiene y lo que tenía cuando ella estaba, y compare, se dará la vuelta completa a lo que está pasando ahora. Con su memoria barrerá a los que ahora manejan el ayuntamiento con el peor criterio, la ciudad vive actualmente un necesario período de vacunación política para que los valencianos comparen entre el actual gobierno comunista y catalanista". Camps también dijo, en declaraciones a Efe, que no había prestado atención a las grabaciones con las opiniones de Eduardo Zaplana.