La séptima víctima por violencia machista en la Comunitat Valenciana en lo que va de año -contando la niña de dos años degollada por su padre para causar dolor a su madre- llevaba unos tres meses separada de su expareja y vivía en Vinaròs, en una vivienda anexa a la de su madre y su hermana. Katherine W. había decidido acabar la relación con Marcel K. y trasladarse a una zona residencial de la localidad Vinaròs en la que impera una gran tranquilidad durante los meses de invierno al contar con pocos habitantes, y la mayoría de ellos extranjeros. Un ambiente más que apacible para buscar la tranquilidad que quizá buscaba Katherine tras la ruptura con su expareja.

Los padres de Katherine decidieron afincarse hace unos años y ya son más de 20 los que llevan residiendo en la Comunitat. Asimismo, los padres de la víctima regentan un restaurante en una zona cercana al lugar donde su hija perdió la vida a manos de su expareja. El restaurante permaneció cerrado durante el día de ayer.