La abstención de Podemos a tramitar la ley de acompañamiento dejó a PSPV y Compromís en manos de los cuatro exdiputados de Ciudadanos pero si Podemos aprieta aún más las tuercas y pasa de la abstención al 'no' los votos de los nuevos aliados del Consell ya no serán suficientes.
Entra en juego entonces la propia formación de Albert Rivera en la Comunitat Valenciana que se ve en la necesidad de desmarcarse del PP y que en los últimos meses ha jugado cartas a favor de los intereses del Botànic como el desbloqueo del Jurídic o el reciente apoyo a la manifestación por una financiación justa, que dejó en soledad a los populares, o cuando rechazaron las mil enmiendas del PP al debate de política general.
Ciudadanos, aunque las encuestas tras el conflicto catalán le benefician, también necesita parecer de centro y sobre todo que su estrategia política no se mimetice con la del PP porque entre el original y la copia la primera tiene más posibilidades de salir triunfante.
En ese escenario será pieza cotizada de un PSPV que ya ha pedido informes para, llegado el caso, ganarse a esta formación con uno de los ejes de su discurso, la rebaja del impuesto de sucesiones. También para el PP es pieza cotizada por todo lo contrario para evitar la estabilidad del Consell. A favor de Puig juega que para desmarcarse del PP, Cs puede pactar con el PSOE, como en Andalucía, o con los populares, como en Madrid.
