Las patentes son uno de los motores científicos y tecnológicos vitales para fomentar el desarrollo humano. Desde la bombilla a las gafas de realidad virtual, el registro de todo tipo de innovaciones propicia un avance no solo para la sociedad, sino también para las empresas que ven oportunidades de negocio a través de estas innovaciones tecnológicas.
En este espectro de unión entre investigaciones científicas y compañías nació en 2013 el Banco de Patentes, un programa común de la Generalitat Valenciana y los organismos públicos de investigación autonómicos con el objetivo de reducir la brecha existente entre la ciencia y la innovación industrial.
Como expresa María José Ortolà, subdirectora general de Economía Social y Emprendimiento y responsable del proyecto, esta iniciativa ha sido "pionera a nivel nacional" y desde su creación ha querido poner en valor "el sistema valenciano de investigación". Asimismo, con la creación del Banco, que ya cuenta con 185 patentes, se ha intentado generar una "economía basada en el desarrollo de la innovación" cuyos pilares fundamentales han sido "el conocimiento, la investigación científica, el empleo de alta cualificación y la internacionalización de los productos valencianos", recalca Ortolà.
Investigaciones públicas
Desde la puesta en marcha del proyecto han participado en sus investigaciones las cinco universidades públicas de la Comunitat Valenciana -Universitat de València; Universitat Politècnica de València, Universidad de Alicante; Universitat Jaume I y Universidad Miguel Hernández- uniéndose al poco de su creación el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Posteriormente, se han ido añadiendo también a esta iniciativa puntera la Red de Institutos Tecnológicos de la Comunitat Valenciana, el Centro de Investigación Principe Felipe y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) en 2014, la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana y el Instituto de Investigación Sanitaria Incliva en 2015 y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe durante 2016.
Patentes con ficha
Ser fruto del trabajo de uno de estos centros de investigación valencianos es la única condición para que una patente pueda ser incluida dentro de este ´escaparate´ para las compañías. Este hecho posibilita que también se pueden realizar colaboraciones con otras entidades públicas situadas fuera del territorio valenciano. Por ello y como manifiesta Ortolà, la labor final del Banco de Patentes dentro del proceso es la de "facilitar que suceda ese contacto entre ciencia y empresa".
Asimismo, las innovaciones presentes en esta iniciativa asociada a la Conselleria de Economia se catalogan, según su función, en tres categorías: producto innovador, mejora en la calidad de vida y procesos avanzados de fabricación. Como destaca la responsable del proyecto, cada una de las patentes cuenta "con una ficha donde hay un vídeo y la información relacionada con su tecnología, los mercados a los que se puede destinar, sus ventajas...". Del mismo modo, también se muestran fotografías de cada uno de estos proyectos y un contacto técnico y comercial para que las empresas interesadas puedan comunicarse directamente con los impulsores de la idea. Además, toda esta información está elaborada tanto en español como en inglés.
Interés europeo
Asimismo, la promoción de este Banco de Patentes a nivel nacional e internacional se ha ido desarrollando poco a poco a través de diversas Jornadas y Foros de Transferencia como Invattur en 2014, Global ImasT en 2015 o BioSpain en 2016 en los que el principal objetivo de la administración valenciana siempre ha sido el de «acercar la investigación al mundo comercial», resalta Ortolà.
Por todo ello, el proyecto ya está generando interés en más de 30 países de todo el mundo. Como enfatiza la responsable pública, en Europa, "las regiones del norte se están mostrando muy interesadas", por lo que en el futuro no descartan "colaborar con esta buena práctica en otros territorios europeos". Las patentes con sello valenciano continúan rompiendo barreras.
1. Sensores para mejorar la experiencia de las personas con discapacidad
Una plataforma multisensor mediante la cual mejorar la comunicación y rehabilitación motora y cognitiva de las personas con discapacidad. Este es el proyecto realizado por la Universidad de Alicante, el cual ofrece la posibilidad de adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente. Asimismo, este sistema permite realizar distintos tipos de terapias utilizando múltiples modos de interacción como los gestos concretos del cuerpo, las manos, la voz o la posición de la mirada.
2. Combustibles ecológicos basados en los residuos del marisco
La utilización de los residuos agroforestales como materia prima para la obtención de combustible ecológico (bioetanol) ha encontrado una fuente alternativa en los residuos de la industria marisquera. Basado en una investigación de la Universidad de Alicante, se han utilizado diversos hongos procedentes de los restos del marisco, los cuales pueden crecer en presencia de altas concentraciones de quitosano, siendo estas condiciones altamente tóxicas para otros microorganismos, lo que reduce de una forma natural la contaminación.
3. La cobertura en el móvil ya no es un problema para localizar heridos
La Universidad de Alicante ha desarrollado una tecnología que permite utilizar el teléfono móvil para localizar a personas que han sufrido un accidente en entornos remotos donde no se dispone de cobertura . En este supuesto, el dispositivo móvil emitiría una señal wifi que actuaría como una baliza de socorro que puede llegar a alcanzar una distancia de varios kilómetros, permitiendo ubicar con exactitud a la persona accidentada para poder rescatarla.
4. Predecir el comportamiento del mercado para tener éxito en la empresa
La toma de decisiones en un entorno altamente competitivo como el de los negocios es vital. Por ello, la posibilidad de predecir el comportamiento humano ante situaciones concretas puede marcar la diferencia entre tener éxito o no. Aumentar esa capacidad previsora ha sido la tarea desarrollada por investigadores de la ERI-CES de la Universitat de València, diseñando e implementando una herramienta denominada Laboratorio de Economía Experimental (Lineex), la cual ayudará a las empresas a comprender mejor este proceso de decisión.
5. Rutas saludables para evitar las alergias en las ciudades
Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV), el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe (IIS/HUP La Fe) y el Instituto Cartográfico Valenciano (ICV) han desarrollado R-ALERGO, una app que ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas alérgicas en sus desplazamientos por la ciudad de València. Esta aplicación recomienda la ruta más saludable, entendida esta como la menos propensa a reproducir episodios alérgicos, atendiendo a las condiciones personales, ambientales y urbanas del usuario.
6. Simuladores del cuerpo humano para la formación médica
La posibilidad de simular distintas patologías con un bajo coste a la par que mantenerlo durante un mayor tiempo. Estas son algunas de las ventajas que ofrece el simulador clínico impulsado por la Universidad Miguel Hernández en colaboración con la Universidad de Murcia. Este modelo es capaz de recrear un humano real vivo y permite el ensayo de diversas técnicas simultáneamente, lo que ofrecerá a los alumnos la oportunidad de explorar físicamente el cuerpo humano sin necesidad de un cadáver real. Para los docentes también supondrá un avance, ya que el simulador puede ser fácilmente programado y cambiado dependiendo de aquellos aspectos que interese resaltar en cada momento. Esta configuración se podrá comunicar por radiofrecuencia y transmitir la información resultante de cada práctica a un dispositivo.
