La Conselleria de Sanidad quiere reducir al máximo los problemas de interacciones y de abandono de tratamientos farmacológicos que se suelen dar entre el colectivo de personas mayores y dependientes. Si durante este 2017, la administración ha diseñado un programa para centralizar la compra y dispensación de medicamentos a las personas que están en residencias (el programa Resi-EQIfar), ahora se han propuesto ofrecer una atención individualizada en este campo también para los dependientes que están en sus casas, al cuidado de un cuidador no profesional.

Se trata del programa Domi-EQIFar que a partir de la semana que viene empezará a probarse de forma piloto en el departamento de Alcoi, en Alicante, y que quiere implantarse en todo el territorio valenciano tras un primer rodaje en cada una de las tres provincias (en el departamento de València-Arnau en València y en el de Vinaròs en la provincia de Castelló).

El programa plantea ofrecer una atención farmacéutica individualizada y a domicilio a las personas con algún grado de dependencia reconocida y que vivan en sus casas (no en una residencia) a cargo de un cuidador no profesional. Se estima que en la Comunitat Valenciana actualmente hay cerca de 30.000 personas en esta situación.

Según estimaciones de la Conselleria de Sanidad, hasta el 72 % de personas en este colectivo son polimedicados, es decir, que se toman a la vez cinco o más fármacos (la media es de ocho tratamientos por paciente) por lo que se hace más importante hacer un seguimiento para asegurar que los medicamentos se están tomando correctamente.

El pilotaje afinará cómo se trabajará sobre el terreno pero el programa prevé ya varios pasos y servicios. Primero se ofrecerá entrar en el programa, ya que es voluntario. Una vez dentro, profesionales del centro de salud de referencia realizarán una primera revisión de los tratamientos para detectar posibles problemas y se buscará mejorar el conjunto de la medicación teniendo en cuenta también tanto las inquietudes respecto a los fármacos del paciente y de su cuidador como el grado de adherencia (si el tratamiento se está tomando en tiempo y forma) del paciente.

Teniendo en cuenta estos parámetros, los profesionales decidirán si es necesario organizar los medicamentos que cada una de las personas toma en un pastillero, un sistema personalizado de dispensación, que evita confusiones y olvidos e, incluso, se plantea la posibilidad de llevarlo hasta el domicilio según el grado de dependencia y la situación del cuidador.

Para hacerlo posible, la Conselleria de Sanidad ha llegado a acuerdos con la Conselleria de Igualdad, ya que los profesionales de los Servicios Sociales estarán también implicados, pero también con los Colegios profesionales de Farmacéuticos de las tres provincias ya que en este plan, en contraposición al diseñado para las personas en residencias, sí va a contar con la participación activa de las oficinas de farmacia.

De hecho, según responsables del Muy Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de València, Micof, tras la primera revisión de los tratamientos gran parte del resto de la asistencia individualizada que recibirán las personas dependientes vendrá directamente de las oficinas de farmacia que ellos elijan, tanto para identificar el grado de adherencia a los pacientes como para valorar si necesitan de un pastillero para no olvidar ninguna toma o se debe evitarla confusión entre uno u otro tratamiento.

Más presencia de las farmacias

La puesta en marcha de este programa supone para el colectivo de farmacéuticos comunitarios un paso adelante en su relación con la administración, ya que se cuenta con ellos más allá de la dispensación pura y dura de medicamentos en las oficinas de farmacias.

Desde los colegios profesionales se está trabajando para que las oficinas de farmacia ganen "peso" en el circuito asistencial y los farmacéuticos tengan unos "servicios profesionales" reconocidos bajo los que puedan realizar trabajos como la revisión de botiquines caseros para hacer "limpieza" y eliminar interacciones peligrosas, confeccionar pastilleros como los que ahora se harán para los dependientes o incluso poder poner vacunas en las oficinas de farmacia.