No ha sido una muestra aislada ni solo un paciente el que se podría haber infectado por legionela en el Hospital Clínico de València. Así se desprende del informe emitido por la Dirección General de Salud Pública tras la inspección realizada el pasado 21 de noviembre a los edificios de la avenida Blasco Ibáñez y de la calle Juan Menéndez Pelayo y que ayer se trasladó a la junta de personal del centro que había criticado la «opacidad» de la dirección en el control de la legionela.

Según este informe, de las ocho muestras tomadas en diferentes puntos del hospital (en los pabellones B y C, los más antiguos) cinco dieron positivo con altos niveles de la bacteria, sobre todo los relacionados con el agua caliente sanitaria. Además, los especialistas de Salud Pública dejan constancia en el escrito de que se detectaron varias «irregularidades» y «deficiencias estructurales», además de que se han sucedido los casos de contagio de personas dentro del hospital con esta bacteria, extremo que, hasta ahora, ha negado la Conselleria de Sanidad.

La inspección se inició, según se informó en un primer momento, tras diagnosticar legionela a un paciente del centro. Fuentes del centro insistieron ayer en que, «por los periodos de incubación, no se puede determinar que el contagio fuera en el centro» y «se descartó que se tratara de un brote, ya que no hubo más casos».

Sin embargo, el informe de Salud Pública sí habla de que se han sucedido las infecciones internas aunque no se da número de casos, ni plazo de tiempo, ni se especifica si lo sucedido en el Clínico se puede calificar de brote. Salud Pública sí decidió, sin embargo, a la vista de los resultados de los análisis y de esa «reiteración de casos nosocomiales por penumonia por Legionella», aplicar el protocolo más severo que prevé la ley para limpiar las instalaciones y que se adopta en los casos de brote declarado: el Anexo 3C del real decreto 865/2003, que recoge los criterios de prevención y control de la enfermedad.

Equipo externo de agua caliente

Según los puntos donde la concentración era más alta (acumuladores de agua caliente y la ducha de un despacho de Psiquiatría en la planta séptima), los principales focos se encuentran en el agua caliente sanitaria, de ahí que justo después de recibir la notificación de Salud Pública, la dirección del centro decidiera utilizar un equipo externo que pasteuriza de forma permanente el agua caliente antes de inyectarla a la red y evitar así los acumuladores que es donde mayor concentración de la bacteria se encontró.

Cabe recordar que la legionela, que puede provocar neumonía y complicaciones severas en personas con problemas médicos, se contagia por aspiración, es decir, inhalando las microscópicas gotas de agua infectada que se pulverizan en el aire por torres de refrigeración, aspersores o duchas donde la bacteria haya proliferado.

Su eliminación se debe hacer o elevando la temperatura del agua o clorando las instalaciones. El centro contrató ayer una empresa especializada para realizar estas medidas, que incluyen tanto la limpieza y desinfección de aljibes y acumuladores (tareas que se harán este viernes), como el hiperclorado de la red, medida que se pondrá en práctica el próximo sábado 23 de diciembre.