«Quiero casarme ante de morir». Se le acaba el tiempo, pero antes de morir pasará por el altar de la Basílica de la Virgen para dar el sí quiero a la mujer de su vida, Pura, en presencia de la Mare de Déu dels Desemparats. Se le acaba el tiempo, pero antes de morir quiere casarse ante Dios.

Se le acaba el tiempo, pero antes de morir ha conseguido que el Tribunal Eclesiático resuelva la nulidad de su primer matrimonio en tiempo récord para que pueda cumplir su sueño. Se llama Simón, tiene un cáncer de páncreas que le devora por dentro y que, de momento, es inoperable. Hace un año su vida dio un giro de 180 grados.

A sus 69 años, la enfermedad ha cambiado su vida, pero este hombre de fe arraigada y creencias profundas no borra la sonrisa de su rostro, ni tan siquiera cuando relata que hace años se creía indestructible con cuerpo y mente de atleta que andaba un promedio de doce kilómetros al día, según explica en Paraula, la publicación del Arzobispado de València.

El tiempo corre en su contra, pero la Iglesia está de su parte. Cuando conoció la gravedad de su enfermedad y las pocas esperanzas que le dan unos médicos que se sorprenden de que aun respire, Simón acudió al Tribunal Eclesiástico, sin mucha esperanza, sabedor de la demora que tienen los procesos de nulidad.

Su primer matrimonio fue una unión forzada, fruto de un embarazo imprevisto entre unos jóvenes de apenas 20 años que acabaron divorciándose tras tener dos hijos.

Años después conoció a Pura, con la que contrajo matrimonio civil. «Le prometí que algún día me casaría con ella por la Iglesia», explica. Por eso, cuando los médicos le dieron el peor de los pronósticos, Simón acudió al tribunal Eclesiástico, y por eso sigue, ahora, dando las gracias.