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Vicepresidenta del Consell

Presidenta o salto a la política nacional

Oltra podría optar por encabezar una candidatura a las generales si en 2019 se le vuelve a cerrar la puerta para presidir el Consell

Presidenta o salto a la política nacional

Hay plan B para Mónica Oltra si no consigue su objetivo de convertirse en 2019 en la próxima presidenta de la Generalitat. Al menos así lo empiezan a vislumbrar cargos de Compromís y algunos de los que han acompañado a la vicepresidenta desde que la coalición se convirtió en marca de éxito y asumió el poder en la mayoría de instituciones valencianas.

Madrid y la política nacional aparecen en el horizonte de la lideresa de Compromís a medio plazo. El escenario que se plantea parte de la premisa de que la coalición no alcance los votos suficientes en 2019 para plantarse ante el PSPV de Ximo Puig y reclamarle que en un segundo Botànic (como vaticinan las encuestas) ella debería ser la presidenta. Para ese supuesto es necesario que la suma de Compromís y Podemos supere a los socialistas, una hipótesis que podría hacerse realidad pero que no es ni mucho menos segura ya que aunque Compromís sí mantiene sus expectativas de voto, los sondeos no favorecen a Podemos.

En ese escenario, fuentes de Compromís plantean abiertamente dudas de que Oltra desee seguir cuatro años más como vicepresidenta. Este sector del partido está convencido de que su máxima aspiración es ser jefa del Consell para dirigir la línea política y que en caso de no poder hacerlo vería atascada su proyección política porque el día a día de la gestión acaba por desgastar y quita tiempo para cultivar expectativas políticas.

No hay dudas (incluso entre los críticos a la vicepresidenta) que su liderazgo ha sido crucial para el éxito de la marca, pero hay quien piensa que Compromís ya está consolidado y que podría mantener el porcentaje de las autonómicas de 2015 (18,7%) o acercarse sin que ella fuera el cartel electoral. En todo caso, sostienen que su marcha a Madrid (incluso en un escenario de adelanto de elecciones generales) sería un plus para Compromís que podría mejorar su representación y aumentar su peso en la política española. Para Oltra, apuntan las fuentes, sería beneficioso ya que podría aspirar a tener un puesto de gran visibilidad (incluso ministra) en un hipotético de izquierdas con PSOE y Podemos.

Presidencia que no es bicéfala

Desde el inicio de legislatura, Oltra ha peleado por reforzar la imagen de que la presidencia de la Generalitat era bicéfala, un tándem entre Puig y ella. El socialista ha cedido en muchas ocasiones papel protagonista a Oltra, lo que incluso ha molestado entre los socialistas. Pero la propia dinámica de un gobierno con tintes presidencialistas que reafirma por pura inercia la figura del presidente ha acabado por desmontar esa apariencia porque hay espacios de la agenda que solo puede cubrir el presidente.

Esta nueva situación unido al desgaste político que le supone una conselleria complicada como es Igualdad y Política Social, aunque su solvencia como portavoz es incuestionable, puede alentar en el futuro un cambio de aires. Desde el entorno de Oltra se defiende que ella está volcada en la política social y que prefiere la gestión que ocupar un escaño para ser ariete de oposición en el Congreso.

Pero lo que resulta innegable a estas alturas es que ella no ha dejado de trabajarse su imagen mediática en el ámbito nacional con apariciones continuas en informativos y programas de máxima audiencia nacional. Para muchos ella es el icono de las políticas de cambio en la Comunitat Valenciana, por encima del presidente o del alcalde de València, Joan Ribó. Es ella la que está en la órbita de los llamados alcaldes del cambio (Manuela Carmena o Ada Colau) pese a que no es su ámbito competencial, por lo que ha eclipsado un papel que correspondería como alcalde a Joan Ribó.

Sin embargo, pese a ese tirón mediático, a Oltra le ha salido curiosamente un competidor interno e inesperado. El que en estos momentos se lleva el protagonismo televisivo es el portavoz en el Congreso y exalcalde de Sueca, Joan Baldoví, un miembro del Bloc pata negra, de los que hicieron la travesía del desierto desde la Unitat del Poble Valencià a Compromís. Baldoví ha ganado popularidad, sin ir más lejos este jueves en prime time se marcaba un baile en un programa de máxima audiencia con una de las más conocidas presentadoras de La Sexta). Una estrella, la de Baldoví que afianzan las encuestas que lo sitúan incluso entre los políticos más valorados de España.

La reflexión que algunos en Compromís se hacen sobre el futuro de Oltra tiene otra lectura. Es sabido que hay un sector nacionalista que aunque le reconoce como artífice del éxito no se siente representado por una política que reniega del nacionalismo. Incluso semanas atrás cuando ella presentó las directrices del Consell para reformar la Constitución con un visión federalista de España, en el Bloc más genuino y nacionalista no sintieron como propio ese discurso porque el federalismo no está en el ADN del Bloc.

Para este sector, despejar a Oltra sería la oportunidad de recuperar el control del partido y la esencia más nacionalista sin complejos ni maquillajes. En el Bloc consideran que ya tienen un líder equiparable a Oltra que les podría mantener sin grandes sufrimientos en las instituciones. Por eso, cuando se va a abrir el debate sobre las primarias de cada a 2019, en el Bloc reclaman que se despeje de partida cualquier posibilidad de acudir a las autonómicas con Podemos. Iniciativa, el partido de Oltra, suele jugar sus bazas en el debate interno con no cerrar puertas a Podemos. Pero ahora, el Bloc tiene ahora una carta de presión con el mediático Joan Baldoví.

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