Cinco personas quedaron atrapadas durante cerca de una hora y media el pasado domingo en lo alto de una atracción de la Feria de Navidad, frente al puerto de València, a unos 60 metros de altura.

"No sabíamos qué pasaba ni por qué tardaban tanto tiempo en solucionarlo. Tuvo que llamar mi mujer desde abajo al 112 para que viniera la policía", relata uno de los afectados, que califica lo ocurrido de "situación esperpéntica".

Los hechos ocurrieron a las 20.20 horas cuando un grupo de personas se subió a la citada atracción, Gigant Maxx, conocida popularmente como el martillo. "Cuando compramos los tiquets la chica estaba reseteando el ordenador, pero dijo que solo era un momento", recuerda este afectado. No obstante, una vez puesta en marcha la atracción, y con estas cinco personas ya en lo alto, la misma se quedó parada.

Así permanecieron hasta cerca de las 22.00 horas. A esa hora llegaron al lugar agentes de la Policía Local de València y una grúa de la propia feria, con la que alcanzaron un cuadro de luces situado a media altura. Tras desactivar el automático, pusieron el mecanismo de control de la máquina en modo manual, lo que les permitió poner en funcionamiento de nuevo la atracción.

"Nada más bajar me fui directo al baño, estaba que me meaba encima", explicó ayer a Levante-EMV uno de los afectados.

Al menos dos personas pusieron una reclamación ante la atracción y varios anunciaron que acudirían a la policía para formalizar una denuncia contra los responsables de la empresa.

La policía trata ahora de averiguar si la parada de la atracción obedeció, como sostienen algunos de los afectados, al hecho de que el ordenador desde el que se controla la atracción fuera reseteado, voluntaria o involuntariamente con el mecanismo en marcha, lo que habría bloqueado el control sobre la misma.

Por fortuna, el incidente se quedó en un "desagradable y enorme susto" y no hubo que lamentar daños personales. El suceso generó cierta expectación entre el resto de personas que disfrutaban de la feria.