El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, reunirá en enero a los principales agentes económicos y sociales de la Comunitat Valenciana para consensuar con ellos una nueva estrategia valenciana para el transporte y las infraestructuras hasta el año 2030.

Este documento, según ha avanzado en una entrevista en la Cadena Ser, deberá marcar todas las acciones en materia de movilidad que se llevarán a cabo en las próximas dos décadas, al tiempo que ha lamentado que València y Alicante sigan sin estar conectadas por AVE, aunque ha reconocido el "talante dialogante" del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna.

Sobre financiación autonómica, Puig ha reiterado que espera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cumpla con su compromiso y que antes de los Presupuestos Generales de 2018 haya un nuevo sistema de financiación autonómica.

Ha asegurado que seguirá exigiendo una compensación por la infrafinanciación que lleva sufriendo la Comunitat Valenciana y ha dicho estar convencido de que el Gobierno central lidera una "ofensiva para frenar las políticas sociales del Consell" y cercenar su autonomía, usando para ello al Tribunal Constitucional.

También ha defendido la unidad de su gobierno y la necesidad de que así siga siendo para culminar un cambio que a su juicio "ha venido para quedarse".

Preguntado por la posibilidad de hacer cambios en el Consell para relanzar la acción del gobierno valenciano de cara a las elecciones de 2019, Puig ha contestado: "Ahora toca estabilidad".

Además, no ha confirmado si Gabriel Echávarri dejará o no la Alcaldía de Alicante debido a su condición de investigado (antes imputado) y ha dicho que la "conformación en su día del gobierno de la ciudad no fue la más acertada".

El también secretario general del PSPV ha reconocido, por otra parte, que apoyó a Susana Díaz en las primarias para la Secretaría General del PSOE frente a Pedro Sánchez porque tuvo que "ser leal con lo que pensaba" y creía que era mejor para el PSPV.

Sobre las elecciones catalanas, ha declarado que el resultado del pasado jueves demuestra que ni el frentismo ni el inmovilismo deben ser la vía, y asegura que habló con Carles Puigdemont el 27 de octubre para animarle a que convocara elecciones autonómicas.