No estar de acuerdo con el diagnóstico o el tratamiento recibido, con el tiempo que nos han hecho esperar o por cómo nos ha atendido el médico o el resto de personal están detrás de bastantes de las agresiones recogidas en el informe oficial de la Conselleria de Sanidad Universal. Sin embargo, el principal motivo de las agresiones es, en su conjunto, el «perfil del agresor», es decir que sea cual sea la atención, el momento, el diagnóstico o el trato recibido, cualquier consulta puede acabar en un intercambio de palabras mayores o, en el peor de los casos, en un puñetazo.

Así, de las 306 agresiones, el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales recoge en su estudio 381 motivos detrás de estos incidentes ya que cada una de las agresiones puede tener codificado «más de un motivo de agresión». Sobre esta base, el «perfil del agresor» es motivo del incidente en más de la mitad de las ocasiones. El carácter violento de la persona agresora (con el 34 % de los 381 motivos alegados o el 41 % de las agresiones declaradas) es el factor más nombrado aunque también se apuntan como motivaciones problemas de alcoholismo, de drogas, pacientes con patologías psiquiátricas o episodios de agitación transitoria, es decir estar en un estado de descompensación o en circunstancias que limiten la capacidad de autocontrol

Según esta codificación el tiempo de espera o la atención profesional recibida por el personal sanitario serían también motivos base a tener en cuenta en las agresiones notificadas. Dejar negro sobre blanco el por qué una simple visita médica, por ejemplo, acaba en trifulca ayuda a valorar las medidas de prevención a poner en marcha y los puestos que presentan mayor conflictividad.