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Sanidad

Sanidad estudia "quedarse" con personal de Eresa en el General por la falta de radiólogos

El centro analiza ahora la plantilla necesaria para mantener las citas de mañana y tarde una vez se internalice el servicio

Sanidad estudia "quedarse" con personal de Eresa en el General por la falta de radiólogos

El consorcio que dirige el Hospital General Universitario de València, compuesto por la Conselleria de Sanidad y la Diputación de València, está barajando «absorber» a parte del personal de la firma Eresa una vez acabe el contrato de concesión del servicio de resonancias en el hospital, el próximo mes de enero, ante la falta de radiólogos especializados.

Así lo han confirmado a este diario fuentes internas del hospital que aseguran que la entrada de radiólogos de la empresa privada a la estructura del centro hospitalario (como personal laboral) se da por hecho e incluso el gerente del centro;Enrique Ortega, así lo habría comunicado en alguna reunión informal con trabajadores. Desde la Conselleria de Sanidad se limitaron a asegurar que se trata de una cuestión «que está por determinar definitivamente» aunque no negaron que se estuviera barajando la posibilidad.

Con todo, se desconoce qué cantidad de personal necesitaría «absorber» el hospital y en qué condiciones podrían pasar los trabajadores de la empresa privada a depender del centro público ya que no sería una «subrogación» de plantilla al 100 % como se va a hacer en el hospital de La Ribera al no desaparecer la empresa matriz.

Reversión efectiva en julio

El contrato que mantienen Eresa y el Hospital General para realizar de forma interna el servicio de resonancias (con un coste de 5 millones anuales) finaliza el próximo 8 de enero. Siguiendo la política de la consellera de Sanidad, Carmen Montón, de revertir a lo público los servicios externalizados, el hospital ya comunicó hace un año que no habría prórroga y el servicio volverá después de varios lustros a manos públicas.

La que iba a ser la primera reversión «de hecho» de la era Montón tendrá, sin embargo, que esperar ya que el Hospital General no está en disposición de poder asumir las resonancias en cuestión de 10 días al no contar, siquiera, con las máquinas que han de sustituir a las de la empresa privada, y que se van a comprar con el dinero donado por Amancio Ortega.

De esta forma la reversión de las resonancias en el General se retrasará, según explicaron desde Sanidad a julio, confiando en que lleguen las máquinas y que concluya también el contrato del TAC. Para ese mes, el hospital deberá tener negro sobre blanco la plantilla necesaria para seguir haciendo resonancias con cita tanto durante las mañanas como por la tardes, cuantificación en la que se está trabajando ahora, según aseguran desde el hospital.

La falta de radiólogos en paro estaría detrás de la necesidad del hospital de hacer esta contratación extra, precisamente, entre las filas de su actual concesionaria.

Fuentes del centro hospitalario se han limitado a asegurar que se seguirá un proceso que permita la «asunción plena, con los recursos materiales y personales adecuados» del servicio pero sin cuantificar la plantilla necesaria, ni propia, ni ajena.

El resto, en septiembre

El contrato de las resonancias del General es el primero que se revertirá en 2018 y servirá de «prueba» ya que en septiembre acabará la concesión del servicio de la UTE Erescanner en el resto de hospitales públicos a excepción del Doctor Peset y el Hospital de San Juan en los que es público. La Conselleria de Sanidad ha ido extendiendo desde 2016 el llamado Modelo C para que los radiólogos de la pública se fueron formando y estuvieran plenamente capacitados en 2018 para poder informar las pruebas tras la reversión. Sin embargo, este modelo ha llegado por ahora a 10 de los 17 departamentos en los que trabaja Erescanner (Gandia, Sagunt, La Fe, Alcoy, Orihuela, la Plana, Clínico, el General de Alicante, Elx y el General de Castellón).

Tanto en estos centros como en los que no se ha implantado el modelo será necesario reforzar las plantillas. Sanidad adelantó en su día que harían falta una treintena de profesionales más. Desde la firma Eresa declinaron ayer hacer declaraciones.

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