La Comunitat Valenciana ya está oficialmente afectada por la epidemia de gripe de la temporada 2017-2018 con una tasa de 105,03 infectados por cada 100.000 habitantes, según el Sistema de Vigilancia de la Gripe de la Conselleria de Sanidad. Los registros de la semana 51 del año 2017, del 18 de diciembre hasta el día de Nochebuena, hablan de una escalada brusca de la gripe: en solo siete días los casos de infección por este virus se multiplicaron por cuatro pasando de una tasa de 24,19 a los 105 actuales. Se supera así ampliamente el nivel medio fijado esta temporada para considerarse epidemia de gripe (55,77 casos por 100.000 habitantes).
Como en años anteriores, de los cuatro grupos de edad estudiados, los más afectados están siendo los pequeños de 0 a 4 años y de 5 a 14 con tasas de incidencia que superan los 200 casos por 100.000 habitantes. La incidencia en el resto de tramos de edad (de 15 a 64 y de 65 años en adelante) se mantiene en niveles parecidos a los de la campaña pasada con una suave subida y tasas similares a las de la semana anterior. Durante la temporada 2016-2017 los niños menores de 15 años fueron los más afectados con casi la mitad de casos.
Tras este brusco aumento de una semana para otra, la C. Valenciana se acerca a la situación de otras comunidades en las que, habitualmente, la epidemia siempre llega antes y a la tasa media para toda España, de 120,9 casos por 100.000 habitantes. Junto a la valenciana, han entrado en situación de epidemia en esta semana Aragón, Baleares, Cataluña, la Rioja y Navarra, mientras que en otras regiones como Asturias, Andalucía, Cantabria, Castilla La Mancha, Castilla y León, Madrid y País Vasco ya se había disparado el número de casos en semanas anteriores. Sanidad confirmó ayer que de las muestras centinela analizadas los virus predominantes son «el tipo B y el tipo AH3N2».
Con todo, la intensidad de la actividad gripal es baja aunque los expertos del Sistema de Vigilancia de la Gripe en España hablan de una evolución creciente. De ser así, y estar ante el inicio de la onda epidémica, ésta llegaría con varias semanas de adelanto con respecto al año anterior. En la campaña 2016-2017 no se llegó a este nivel de infectados por la gripe hasta pasada la primera semana del año y el pico más alto (con 165,1 casos) se dio en la cuarta semana, a finales de enero. La epidemia del año pasado fue realmente «laxa»: solo un año antes el pico de gripe creció hasta los 359,9 casos por 100.000 habitantes y no fue, tampoco, de las más virulentas. Los expertos, de hecho, han aventurado que la campaña de este año venga con más fuerza tras un año «relajado». Así lo adelantó en su día el jefe del Servicio de Promoción de la Salud, José Antonio Lluch: al tener el pasado año poca incidencia, se preveía que este año la incidencia fuera «más alta por partir de una situación más baja».
En el peor momento
El repunte de los casos de gripe llega en uno de los peores momentos. Desde el pasado martes 26 de diciembre, los centros de salud están cerrando de forma generalizada por las tardes en toda la C. Valenciana hasta el próximo 8 de enero, a excepción de algunos departamentos en Alicante. La menor oferta de citas médicas por la mañana y el cierre vespertino hace que la presión asistencial se traslade directamente a las urgencias de los hospitales que ya sufrieron los primeros colapsos reseñables durante el pasado día de Nochebuena y el día de Navidad, según apuntaron fuentes sindicales del Satse.
Los médicos ya advirtieron antes de Nochebuena de los problemas que se podían producir durante estos días de fiesta por el cierre vespertino de los centros de salud y, sobre todo, por la falta de sustitución de personal en vacaciones. Desde el sindicato médico CESM denunciaron que las bajas sí se cubrían pero no así las libranzas de los compañeros lo que, unido a más pacientes aseguraban unas vacaciones «calientes».
