Desde el primer hasta el último día del año, sin distinguir de edades, clases sociales, ni origen. La violencia machista no descansa y cada caso golpea a toda la sociedad. Familias, compañeros de trabajo, comunidades de vecinos, barrios y municipios, han tenido que gritar «ni una menos» después de cada crimen machista. Este año han sido ocho las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en la Comunitat Valenciana y una niña, tres víctimas más que en 2016. En total, en España se cuentan 63 víctimas, incluyendo a los hijos y las hijas asesinados junto a sus madres. Esto son 10 más que en 2016, cuando hubo 52 asesinadas y un menor.

La valenciana está entre las tres autonomías de España más sacudida por la violencia machista. En feminicidios (8), solo es superada por la Comunidad de Madrid (11). Además, cuenta con una de las mayores tasas de víctimas de violencia machista por cada 10.000 habitantes: 22, según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial disponibles, mientras que la media española es de 17. Esta tendencia se ha mantenido durante todo el año y coloca a la Comunitat solo por detrás de Murcia (23) y de Baleares (25).

Estos asesinatos se producen precisamente cuando más focos parece que hay sobre la lacra machista. El 2017 que acaba ha sido el año de los acuerdos. Ha empezado a funcionar el Pacto Valenciano contra la Violencia Machista y esta misma semana, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, ha anunciado que el Gobierno destinará en 2018 los primeros 200 millones de euros al Pacto de Estado contra la Violencia de Género, también creado en 2017, cuando se han cumplido 13 años de la Ley Integral contra la Violencia de Género.

Estos pactos, entre otras cosas, deberán mejorar el sistema de protección a las víctimas denunciantes para evitar casos como el de la joven Andrea Carballo de Vila-real, asesinada la víspera de Nochebuena a pesar de haber denunciado, pocos días antes, los malos tratos y el creciente acoso de su exnovio.

Pese a esto, las necesarias campañas de concienciación y empoderamiento surten efecto. Cada vez son más las mujeres que se animan a dar el paso y a pedir ayuda. El tercer trimestre de 2017, las denuncias por maltrato aumentaron un 11,7 % en España y, como consecuencia de ello, también el número de víctimas reconocidas.

En total, de enero a septiembre, ha habido 119.213 nuevas víctimas de violencia machista y se han interpuesto 125.769 denuncias. De estas, 16.034 mujeres residen en la Comunitat Valenciana, donde se han presentado 16.421 denuncias. Pese a que a las mujeres les cuesta dar el primer paso, la inmensa mayoría de las denuncias (70 %) las presentan las víctimas, pues el entorno familiar no supone ni el 2 % de los casos. En ocasiones, el mecanismo judicial también se activa por intervención directa de la policía, de los atestados o por los servicios sanitarios que redactan los partes de lesiones cuando estas se producen.

Protección

El 84 % de las víctimas valencianas cuenta con órdenes de protección. De enero a octubre de 2017, 3.013 mujeres recibieron alguna medida de protección, cifra que asciende a un total de 20.011 órdenes en toda España (la media estatal se sitúa en un 68 % de víctimas protegidas). Las medidas más habituales (en más del 60 % de los casos) son el alejamiento y la prohibición de que el agresor se comunique con la víctima.

En el mismo periodo de tiempo, han sido condenados 9.323 hombres por delitos de maltrato y se han celebrado 7.019 juicios por infracciones penales.

En el 70 % de casos de violencia machista, la víctima es española y mayor de edad y en el 50 % todavía mantiene una relación con el agresor. El grupo de edad más golpeado es el de las mujeres entre los 31 y los 40 años, aunque hay víctimas mortales de todas las edades, desde los 20 hasta los 91 años y también bebés de pocos meses de vida. Los menores asesinados han sido 27 en toda España.

Además, 27 niños han quedado huérfanos de madre este año, 189 en el último lustro, desde que computan en las estadísticas. A ellos, principales testigos del horror doméstico, también hay que prestarles atención.

En los datos oficiales aún no se contabilizan los asesinatos de las nuevas parejas de las víctimas de violencia machista, como el reciente caso de Valladolid. Tampoco se computa a cualquier otro familiar asesinado por un maltratador pese a que la motivación sigue siendo causar daño a la mujer.