El Hospital Doctor Peset, en el distrito de Patraix, habilitó ayer dos pasillos para poder albergar a los ciudadanos que acudieron a urgencias y tuvieron que ser ingresados. «De noche se abrió el pasillo que está detrás de las urgencias de Pediatría, que no se ve, pero a las once de la mañana hubo que abrir otro que sí se ve desde la zona de urgencias», relató una portavoz del Sindicato de Enfermería Satse.

«A primera hora de la mañana, había 33 ingresados sin cama, esperando que alguna habitación quede libre», sigue el relato, «pero las once ya eran 40 y ha habido que traer camas viejas, ya en desuso para acogerles».

Los centros de salud de cada barrio ya funcionan con normalidad puesto que la inmensa mayoría del personal que estaba de vacaciones durante las navidades se ha reincorporado, pero las citas solicitadas a lo largo de la semana pasada se estaban dando para ocho o diez días más tarde. Por esa razón, muchos ciudadanos optaron por dirigirse directamente al servicio de urgencias.

La epidemia de gripe, con unas tasas de incidencia hasta la fecha cuatro veces por encima del año pasado, complica más las cosas, aunque todos los expertos consultados aseguran que el número de ingresados por gripe es poco relevante.

El colapso en urgencias en el Hospital Doctor Peset se hizo patente cuando el personal de enfermería que atiende habitualmente las consultas de los pacientes que acaban de llegar tuvo que desplazarse a los dos pasillos abiertos.

«Un único enfermero atendía las tres consultas de urgencias cuando a las dos de la tarde llegó un paciente vital», esto es, una persona con un problema que comprometía su vida. «El enfermero que atendía en el pasillo tuvo que auxiliarle y, naturalmente, quedaron sin atención todos los pacientes que estaban en ese pasillo, donde no hay monitores ni nada», explicó la misma fuente.

Una enfermera

A las tres de la tarde llegó una enfermera de refuerzo, pero su presencia apenas se notó. «Necesitamos refuerzos reales, contratos de verdad», añadió la misma fuente de Satse, «la gente está muy quemada porque no puede tomarse sus días y esto va a explotar».

Las cosas estaban más tranquilas en el Hospital General, un centro que atiende una población de 350.000 personas y que ya ha solicitado la contratación de seis enfermeras, seis técnicos en cuidados y dos celadores para hacer frente a la epidemia de gripe, según fuentes oficiales del hospital. También ha dispuesto 22 nuevas camas disponibles para atender nuevos ingresos posibles.