Mónica Oltra, vicepresidenta y portavoz del Consell, no tiene ninguna duda. Se trata de un «chantaje» de parte del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. La Generalitat se vio obligada a adherirse ayer al convenio alcanzado entre Farmaindustria, la gran patronal de la industria farmacéutica, y el Gobierno central, que obliga a las administraciones públicas a elevar el gasto público en la misma proporción en que crezca el PIB. Si por alguna razón algún gobierno autonómico fuera capaz de recortar el gasto en fármacos por debajo del crecimiento del PIB, debería compensar a la industria farmacéutica.

La Generalitat siempre se opuso al convenio, que el Gobierno alcanzó con Farmaindustria en diciembre de 2016. En marzo de 2017, la Generalitat se adhirió al convenio para poder acceder al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) que maneja el Gobierno central para garantizar el pago a los proveedores de los gobiernos autonómicos.

En noviembre de 2017, cuando Montoro renovó el convenio con Farmaindustria, la Generalitat presentó alegaciones al acuerdo ante los ministerios de Hacienda y Sanidad, «que no han sido consideradas», según una nota oficial de la conselleria de Sanidad.

«No podemos no tener FLA»

Montoro deslizó que la adhesión al convenio con Farmaindustria sería voluntaria, pero una vez más, sin convenio no hay FLA. Y la necesidad ahoga. «No podemos no tener los fondos del FLA», explicó Oltra en la rueda de prensa posteri0r al pleno del Consell. «Obviamente firmamos este convenio porque es una condición para recibir el Fondo de Liquidez Autonómico», explicó Oltra, «si no, probablemente no nos adheriríamos».

«Es un dato objetivo que se pueden conseguir precios más baratos», añadió la portavoz del Consell, quien apuntó que el gobierno andaluz logra mejores precios que los que ofrece Farmaindustria a través de un mecanismo de subasta. «Como es una trágala nos la tragamos como podemos, es como comulgar con ruedas de molino, pero como han sido tantas veces se nos ha hecho las tragaderas grandes», lamentó Otra, «como siempre la primera vez la píldora cuesta más de tragar pero a la tercera ya...»