¿Existe falta de reivindicación, ve adormecida a la sociedad civil?
La sociedad civil valenciana ha estado tal vez aletargada, pero existe y ha existido históricamente. Creo que está resurgiendo con iniciativas importantes y beneficiosas y creo que sí es reivindicativa, pero debemos tener claro su ámbito de actuación y esa reivindicación tiene que hacerla a lo mejor no por medios más llamativos como la manifestación en defensa de la financiación justa o actos como los del corredor, que sí se han hecho.
Ustedes acudieron a la manifestación por una financiación autonómica justa. ¿Es ese el gran problema de los valencianos?
Es un problema grave. Es necesario que la Comunitat Valenciana tenga una financiación justa, por eso estuvimos en la cabecera para defender el interés común, porque creo que esa cuestión se abstrae a cualquier posicionamiento político. Pero mi duda es si el ciudadano es consciente y conocedor de la incidencia que la financiación autonómica tiene en su vida cotidiana. No lo tengo claro y esa labor de concienciación tiene que hacerla el poder político. La solución es difícil porque requiere el consenso de muchos sujetos intervinientes. Pero el camino se ha acortado y en algún momento llegará la solución.
¿La ciudadanía ve suficiente transparencia en la gestión política?
Pienso que el ciudadano tiene una desconfianza hacia los poderes políticos desde hace tiempo. No solo en la Comunitat Valenciana. Creo que todavía tardará en asentarse en la conciencia del ciudadano y creerse que existe transparencia porque arrastramos aún los tiempos que hacen que el ciudadano desconfíe de los políticos.
¿Se refiere a la corrupción?
Sí. Es lo que ha hecho que el ciudadano desconfíe. De la misma manera que desconfía de la Justicia y eso sí que es peligroso. Y los poderes públicos tienen que trabajar para que el ciudadano tenga confianza en el Estado de Derecho. En la Justicia hay muchas reformas pendientes de abordar que dependen del consenso de los partidos y deben acometerlas porque lo que ahora hagamos tendrá incidencia a medio y largo plazo. El ciudadano tiene poca confianza en la Justicia y tampoco conoce sus mecanismos de funcionamiento. Se necesitaría más divulgación para mostrar que lo que hacen los jueces es lo que hay que hacer porque así lo tenemos en nuestra Constitución.
Eso me lleva a Cataluña. ¿Qué opina del proceso soberanista?
Yo me dedico al Derecho y la Carta Magna es lo que yo respeto y donde está regulada la distribución territorial de nuestra nación y las actuaciones que vulneran la Constitución. Y vulnerarla es algo muy gordo y por eso está tipificado en el Código Penal. Ir contra el Estado de Derecho es ir contra la paz social.
Si Cataluña lo absorbe todo, ¿cómo podemos hacer visibles los problemas de los valencianos?
Pues trabajando más e intentando que aquello no cope toda la actualidad porque ello puede beneficiar a quienes quieren que todas nuestras demandas queden en el olvido. Yo creo que el pueblo valenciano ha demostrado de forma suficiente su entereza y ahora está más concienciado con las demandas comunes. Pero quien decide es el poder político y hay que demandarles acuerdos y unidad y no posicionamientos radicales y partidistas.
El Club de Encuentro aboga por la reflexión serena. ¿Le falta eso a la política, hay demasiado ruido y griterío?
Sí. El debate y la reflexión previa son fundamentales. El Club de Encuentro ofrece a la sociedad valenciana, tanto a sus socios como a quienes asisten a las conferencias, cuya entrada es libre, el acceso a la información de determinadas personalidades del ámbito político, económico, social y cultural de primer nivel tanto autonómico, nacional e incluso internacional. Eso supone que la sociedad civil tenga acceso a esas personas y ellas al mismo tiempo conozcan como somos.
¿Alguna vez les ha dicho que no algún conferenciante?
Cuando no pueden aluden a las agendas. Hacemos invitaciones al más alto nivel y lo intentamos aunque a veces nos han dicho que no. Estamos trabajando para que vengan quienes en algún momento han declinado la invitación. Lo seguimos intentado. Somos ambiciosos en el buen sentido.
El grueso del Club de Encuentro es el debate político, pero por el perfil de invitados sus socios tienen más inquietudes.
El Club nace como una tribuna para ser un foro de pluralidad de sensibilidades políticas. Nace para que a nuestra tribuna del Club de Encuentro vengan los responsables de las diferentes opciones políticas que hay en nuestro país, pero desde 1984 hasta ahora no solo se trata de que vengan políticos, sino también referentes del ámbito económico, social y cultural y los elegimos en función de la actualidad y los temas. Ahora se ha abierto más el abanico porque hay una demanda de los socios en no centrar solo en política o economía, sino en abrir a actividades sociales, culturales,científicas o tecnológicas. Hay más inquietudes. La sociedad civil ha ampliado su visión más allá del campo político. Les interesa todo que los rodea.
