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Entrevista

Exuperio Díez Tejedor: "Es inaceptable que los pacientes reciban distinto tratamiento en distintas zonas"

Dice que el turismo farmacológico de enfermos neurológicos pone de manifiesto una quiebra del sistema de salud

Exuperio Díez Tejedor: "Es inaceptable que los pacientes reciban distinto tratamiento en distintas zonas"

Exuperio Díez Tejedor (València, 1951), médico neurólogo, acaba de ser nombrado presidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), sociedad científica constituida por más de 3.000 neurólogos. Díez Tejedor es catedrático de Neurología, Jefe de Servicio de Neurología y Centro de Ictus y Coordinador del Área de Neurociencias de La Paz (IdiPAZ) del Hospital Universitario La Paz de Madrid (HULP) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia y Doctorado por la UAM, ha trabajado en diferentes líneas de investigación: enfermedades neurodegenerativas, neuroinmunología, migraña, epilepsia, pero sobre todo en enfermedades cerebrovasculares, principalmente en el tratamiento del ictus agudo y en la protección y reparación cerebral.

Ha sido el investigador principal en más de 20 proyectos de investigación públicos y más de 125 ensayos clínicos y actualmente, es investigador principal de un proyecto sobre el tratamiento con células madre en el infarto cerebral agudo financiado por la Unión Europea.

Díez Tejedor es evaluador de proyectos de investigación de la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP), Fondos de Investigación Sanitaria (FIS) del Instituto de Salud Carlos III y de proyectos europeos . Ha fundado y dirigido la Cátedra Patrocinio de Neurociencias Clínicas (UAM- Novartis) donde dirige la recientemente creada Escuela de la Universidad Autónoma de Madrid de Neurociencias Clínicas.

Su nuevo cargo de representación arrastra nuevas obligaciones, pero lo asume como un honor y con sincera vocación de servicio.

Su predecesor en el cargo confirmó públicamente en su última visita a València que ser presidente de la SEN era «un marrón». ¿Es un marrón su nombramiento?

Es un honor que tus compañeros te elijan, es un reconocimiento de lo más amable, un reconocimiento entre iguales. Ejercer la presidencia de la Sociedad Española de Neurología (SEN) es un trabajo añadido, pero cuando se asume un puesto de estas características se asume un servicio. Es cierto que se asumen trabajos añadidos a las tareas habituales, pero con la satisfacción de prestar un servicio a los iguales.

Visto desde fuera, da la impresión de que los neurólogos son muy activos...

La neurología estuvo muchos años oculta entre la medicina interna y la psiquiatría. Hasta los años ochenta no estuvo claro que la neurología no tenía nada que ver con la psiquiatría. Hemos tenido que ser muy activos para encontrar nuestro espacio.

Pero ya está claro cual es su espacio...

Sí. De hecho, lo que sucede ahora es que se forman muchos jóvenes con muchas ganas, con mucho ímpetu, con gran capacidad de trabajo y eso provoca que los neurólogos desarrollemos una mayor actividad respecto a otras especialidades, que parezca que trabajamos más.

El último congreso de la SEN en València era espectacular, pero no puedo decir si era impulsado por los médicos o por los laboratorios farmacéuticos.

Los avances en neurología en las dos últimas décadas le han dado mucha proyección a un campo que había pasado desapercibido. Es cierto, además, que a partir de finales de los noventa hay una serie de tratamientos más avanzados que permiten aplicar remedios a patologías que antes no tenían remedio, como la esclerosis múltiple. Lo mismo que en procedimientos diagnósticos, que ahora son mucho más avanzados.

El ictus ha convertido la neurología en una especialidad que debe ubicarse en urgencias.

El ictus, efectivamente, nos obliga a ubicarnos en urgencias, y eso ha provocado una eclosión de la especialidad. Pero es que veníamos de muy abajo. Ahora ya estamos en paso de igualdad con otras especialidades. De hecho, en este momento, el peso de la neurología es equivalente al de la cardiología.

¿Por qué?

Es una realidad epidemiológica. Estaba silenciada durante mucho tiempo, oculta, pero ahora está en su lugar.

En el último congreso de la SEN en València, denunciaron ustedes una suerte de turismo farmacológico, gente que viaja de Canarias a Navarra para poder recibir el tratamiento adecuado a su enfermedad...

Es una realidad pero es absolutamente inaceptable que los pacientes reciban distinto tratamiento en distintas zonas, en distintos territorios. Se ha roto la equidad entre los españoles. Todos los ciudadanos tienen derecho a recibir el mismo tratamiento, no puede haber diferencias. La situación actual vulnera la Constitución. Es evidente que hay un defecto en la fórmula de transferencia de la sanidad a las autonomías. Si se ha roto la equidad es porque hay un defecto en el sistema autonómico. Se requiere homogeneidad, equidad. Es evidente que no funciona el consejo interterritorial de sanidad.

Los nuevos medicamentos biológicos, que van a ser más caros y nunca llegarán a ser genéricos, sólo complican las cosas...

No estamos hablando del futuro. Los medicamentos biológicos ya son una realidad. Ya es presente. Nos permiten obtener anticuerpos monoclonales, de modo que podemos bloquear ciertos receptores, cuestiones que permiten detener el avance de ciertas enfermedades. Son caros, pero son magníficos tratamientos para ciertos padecimientos como, por ejemplo, el caso de la migraña.

¿Llegarán a ser genéricos?

Todavía no se sabe si llegarán a ser genéricos, pero no anticipemos problemas. Cuando llegamos a ese problema, ya intentaremos resolverlo.

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