Isabel Morant es historiadora, teórica del feminismo, de La Safor (del la localidad de Almoines) y la persona elegida para recibir la Medalla de la Universitat de València en un acto académico celebrado en el Paraninfo de la Nau. A la sesión asistió el conseller de Hacienda, Vicent Soler, diferentes directores generales y el rector de la Universitat, Esteban Morcillo.

«Hoy podemos decir que las mujeres hemos conquistado los privilegios antes reservados a los hombres, pero no podemos dejar de reconocer las discriminaciones que permanecen: la desigualdad de los salarios, el reparto desigual de las cargas familiares y sociales». Así se pronunció la historiadora y teórica del feminismo Isabel Morant, actualmente profesora emérita, en el acto donde recibió la Medalla de la Universitat de València (UV).

«Si miramos de dónde venimos, podemos mirar con satisfacción lo que ahora somos. Sin embargo, sabemos lo mucho que la sociedad espera de nosotras: que seamos sensibles, amorosas, generosas, cuidadoras y, en fin, productoras de la felicidad de todos antes que de la nuestra», añadió.

Regreso al pasado

La historiadora también se preguntó sobre la ideología machista persistente. «No sé si es un regreso del pasado o un presente mal construido. Desigual y violento. En los últimos años hemos visto crecer la indignación, particularmente de las mujeres jóvenes y de los hombres que las acompañan. Mi impresión es que estas jóvenes -que utilizan un lenguaje nuevo- están abriendo una brecha interesante. Conviene escuchar lo que dicen».

La nueva Medalla de la institución concluyó: «También en nuestros días podemos observar un fenómeno que me parece relevante. Me refiero a las protestas contra los hombres de poder: actores, cineastas, políticos, que se sienten autorizados a violentar -a violar- a las mujeres, como si las mujeres fueran propiedad suya».

Por último, Morante recalcó el mensaje, para que quedara claro: «Con otras palabras, las personas -mujeres y hombres- que en estos días muestran su rechazo del poder que se ejerce sobre las mujeres, serían demócratas contra el poder y en defensa de las libertades personales. En fin, se diría que el eslogan del feminismo, aquello de lo personal es político, parece que vuelve a estar de actualidad».