Luces y sombras en el análisis de los datos de la lista de espera para operarse, que la conselleria actualiza cada tres meses. Al cierre de 2017, los valencianos tienen que esperar menos de media que un año antes (doce días en concreto) aunque esta media esconde grandes avances como en las intervenciones de varices pero también trabajo aún pendiente como las altas cifras de demora que se arrastran en las operaciones de prótesis de cadera y las relacionadas con la rodilla.

Al cierre del año estaban esperando ser llamados para pasar por quirófano 61.800 valencianos, por debajo de los más de 65.130 de diciembre de 2016.

Comparadas con el último corte trimestral de septiembre de 2017, las cifras hechas públicas ayer por la Conselleria de Sanidad son, a grandes rasgos, positivas. El tiempo medio de espera ha bajado en 20 días de septiembre a diciembre y las patologías que acumulaban más demora han experimentado una clara mejoría: en varices se pasa de 193 días de espera en septiembre a los 142 de diciembre e incluso las intervenciones de traumatología que suelen acumular un gran retraso se han aligerado: las prótesis de cadera bajan de 147 días a 129, las de rodilla de 156 a 133 y las artroscopias, para tratar luxaciones, desgarros o problemas de menisco, de 160 a 127 jornadas.

Si bien es cierto que el corte de septiembre suele ser uno de los peores del año al reflejar el parón de los quirófanos en verano -y que mejorar sobre él es fácil- el refuerzo de las operaciones por la tarde y en sábado en el sector público debe haber cumplido su parte.

La consellera de Sanidad, Carmen Montón, ha apostado desde su llegada por hacer lo máximo con medios propios (autoconcierto) en detrimento del llamado «plan de choque» que deriva pacientes en lista de espera a la privada. Así, en septiembre anunció la contratación de 103 personas para operar en sábado y este refuerzo ha estado operativo en octubre, noviembre y diciembre lo que se traduce también en menos pacientes en espera: de los 63.288 de septiembre a los 61.800 de diciembre.

Doce días más en prótesis de cadera

Las sombras llegan en la comparación interanual de las diferentes patologías. Las buenas cifras de un trimestre a otro no son, sin embargo, extrapolables a la comparación entre años ya que, por ejemplo, quien se tenga que poner una prótesis de cadera u operarse de la rodilla debe esperar a ser llamado entre once y doce días más que hace un año.

El «atasco» precisamente en estas patologías frente a la mejora generalizada en el resto de intervenciones (en varices se ha conseguido bajar la demora en 88 días y 32 para operarse de amígdalas o vegetaciones) puede deberse a que la conselleria aún está pagando por la decisión que tomó a finales de 2016.

En aquellos meses se decidió sacar del plan de choque ciertas intervenciones, es decir, dejar de mandar pacientes a operarse a la privada, precisamente, en estas dolencias que además de ser muy habituales suelen tener un alto coste en quirófano.

La decisión disparó la espera hasta un 44 % con demoras de 136 días en junio de 2017 para las intervenciones de rodilla. El verano de 2017 -pese a que se optó por reactivar la derivación de pacinetes- no hizo sino empeorar la situación: de 136 días en las artroscopias se pasó a 160 en septiembre, o de los 137 días para ponerse una prótesis de rodilla a 156 en el mismo periodo.

Rebajar este pico de subida es una de las cuentas pendientes que tiene ahora la administración que, para este año 2018 ha mantenido en los presupuestos los 11 millones de euros para derivaciones a la privada que se venían gastando en la época del PP y a los que ha añadido cerca de 9,5 millones tras reforzar el autoconcierto (las operaciones con personal propio) tanto por las tardes como en sábados.