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Seguridad Vial

Los jabalíes provocan más de 1.000 accidentes de coche en la última década

Los cazadores piden batidas controladas para reducir el exceso de población de fauna cinegética

Los jabalíes provocan más de 1.000 accidentes de coche en la última década

La Federación de Caza de la Comunitat Valenciana (FCCV) es clara en sus advertencias: «los casos de accidente de tráfico por choque con un jabalí se han disparado en los últimos diez años, y hay que ponerle solución».

Esto se desprende de los datos facilitados por la federación cinegética a Levante -EMV, en los que se explica que desde el año 2007 hasta el 2016, se produjeron 1.056 colisiones de vehículos con jabalíes en la Comunitat Valenciana, cifra que representa más del 86 % de este tipo de siniestro.

El ciervo, la cabra montesa, el corzo y el arruí son las otras especies que más choques han provocado al cruzar las carreteras en busca de alimentos.

Raúl Esteban, delegado de la FCCV en València, explicó a este periódico que la población de algunas especies «ha experimentado una progresión que las ha llevado a duplicarse». Otras incluso han tenido un aumento de más del 3.000 % desde el año 2012 al 2017, como es el caso de los ciervos. Esto sucede, según Esteban, por la existencia de montes públicos en los que no se lleva a cabo ningún tipo de intervención y en los que la Administración no permite la caza.

La superpoblación de animales como los corzos, los jabalíes, ciervos o muflones viene derivada además por la ausencia de depredadores naturales. «A un jabalí de más de 100 kilos o un ciervo de otros tantos solo puede hacerle frente un lobo y, por desgracia, de estos hay pocos por aquí», asegura el delegado de la federación.

La propuesta de los cazadores pasa por la organización de batidas controladas de estos animales. «Hay zonas como el entorno de Ayora o Requena donde la proliferación de estos grandes animales es preocupante», cuenta Esteban. Este tipo de fauna genera, además de problemas de seguridad vial, importantes daños a los cultivos. Los cazadores aseguran que los agricultores recurren a ellos cuando ven sus plantaciones de olivos, viña o almendros dañadas, para hacer un control de la fauna.

Los cerca de 40.000 cazadores federados que hay en la Comunitat han presentado algunas propuestas al Gobierno valenciano para solucionar el problema, porque estiman que «en cinco años esto se volverá incontrolable» pero «han puesto muchas trabas».

De hecho, según cuenta Raúl Esteban, «nosotros prestaríamos nuestros servicios gratis y las piezas abatidas serían donadas como alimentos para la gente sin recursos». Pero al parecer, desde la Conselleria de Sanidad, pusieron una serie de requisitos «imposibles de cumplir».

Puntos negros en las carreteras

Según las cifras que maneja la federación de cazadores, existen varias zonas a lo largo de la Comunitat en las que se concentran la mayor parte de accidentes viales con fauna cinegética de caza mayor.

En este sentido, algunas carreteras de Castelló tienen la mayor densidad de colisiones. El tramo de la CV-10 que discurre hasta el aeropuerto es uno de los más peligrosos. También lo es la A-23 a la altura de Segorbe-Jérica.

En la provincia de València, es en la zona del norte de Xàtiva donde se producen más accidentes de esta naturaleza, así como en el límite con la provincia de Alicante, siendo la parte de la costa de la comarca de la Marina Alta donde hay verdaderos problemas con la fauna de gran tamaño.

Con respecto a los motivos por los que estas vías presentan tantos accidentes, Esteban explica que al gran incremento de ejemplares de este tipo de animales debe sumarse un aislamiento no muy adecuado de las vías.

Plagas de conejos

Otro de los animales cuya proliferación está causando problemas es el conejo. Sobre todo porque hacen «verdaderos destrozos en los campos». En la Comunitat Valenciana existen 167 municipios en los que esta especie ha sido declarada como plaga.

En València hay 82 localidades con este problema, entre las que se encuentran Cheste, l'Olleria o Bellús. En el caso de Castelló, son 17 las poblaciones, como Villanueva de Alcolea o Cabanes. Y en Alicante hay plaga de conejos en 68 municipios, entre ellos Aspe o Callosa de Segura.

Según explica Esteban a este periódico, llevan cerca de tres años de negociaciones con el actual Gobierno valenciano, pero aún no se ha llegado a ningún acuerdo. Desde la Generalitatexplica el delegado de la FCCV.

Entre otros motivos «porque el coste por animal es de 340 euros». «Nosotros no pedimos cazar más, con los cotos que hay nos sobra, solo demandamos soluciones para los vecinos de zonas rurales, que son quienes más sufren los efectos de esta superpoblación», razona Raúl Esteban.

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