El Juzgado de Instrucción número 9 de València mantiene procesado al exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent, audenominado 'yonki del dinero', por un presunto contrato ficticio para la sustitución del alumbrado en la localidad valenciana de Llutxent por un total de 60.000 euros que no llegó a hacerse. Se trata de una de las supuestas irregularidades cometidas en Imelsa.

Así consta en el auto, facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en el que el juez rechaza el recurso de Benavent, el de otro procesado, el empresario Vicente Calvo, así como los interpuestos por el fiscal y Divalterra --antiguamente Imelsa--.

Los recursos tanto del ministerio público como de Divalterra se referían al sobreseimiento de la causa para José Enrique Montblanch, ex director financiero de Imelsa. Ambas entidades reclamaban que éste siguiera en la causa como procesado, pero el juez lo ha rechazado y ha mantenido el archivo.

Entre otros motivos, afirma que en caso de considerar que pudieran existir indicios de criminalidad en su actuación, quizás derivadas de la relación de confianza que pudiera haber mantenido con Benavent por razones de cargo, "no serían suficientes más allá de la esfera del pensamiento".

Sobre los recursos de Benavent --gerente de Imelsa entre 2007 y 2014-- y Calvo, el magistrado indica que las diligencias practicadas en la causa "han dejado como resultado la concurrencia de indicios racionales, muy claros y suficientes" para concluir que ambos, cada uno en la responsabilidad de partes contratantes de un negocio "vacío de contenido" y con la única finalidad de obtener beneficios, "se han puesto de acuerdo para fingir la existencia de un negocio jurídico inexistente y que, aún a pesar de ello, han obtenido un beneficio económico a cambio de aire y de forma también presuntamente falsa, fraudulenta, con perjuicio para el erario público". Estos hechos, agrega el juez, aparecen "debidamente documentados y está reconocida la trampa".

Este procedimiento versa sobre unas facturas emitidas por la empresa de Vicente Calvo a Imelsa en 2012 por un importe de unos 60.000 euros por unos trabajos de iluminación en Llutxent que supuestamente no llegaron a ejecutarse.