Un diagnóstico de cáncer ya no es necesariamente sinónimo de muerte. Aún así, un diagnóstico supone un golpe duro en un hogar, aunque su pronóstico sea bueno. Es una carga psicológica tanto para el paciente como para sus familiares y también una carga económica que muchas veces no se tiene en cuenta.

Si el que sufre la enfermedad es quien trae el sustento a casa el impacto se multiplica y puede terminar de complicar una situación que quizá era ya difícil.

Es la cara B del cáncer que ayer quisieron poner de relieve en la junta provincial de Valencia de la Asociación Española contra el Cáncer, además, con cifras.

De los 12.283 nuevos casos de cáncer que registró la provincia en 2017 (cerca de 24.000 en toda la C. Valenciana), el 38,6 % se detectaron en el seno de hogares con dificultades económicas.

Así lo puso ayer de relieve el presidente de la junta, Tomás Trénor. «Las consecuencias de un diagnóstico son también económicas o laborales y hay que darles respuesta», explicó. En AECC Valencia la demanda de otro tipo de recursos para afrontar la enfermedad sigue creciendo.

Por ejemplo, el servicio de atención social que ofrece la asociación se ha duplicado «pasando de atender de 80 a 140 personas» ofertando recursos como ayudas económicas de urgencia, alojamiento, asesoramiento laboral, préstamo de material ortoprotésico...

Este acompañamiento global a los pacientes de cáncer se extiende con un servicio de psicooncología gratuito para pacientes, supervivientes e incluso familiares que también crece, un 10 % en un año con 8.536 sesiones en total.

El vicepresidente de la AECC Valencia, el profesor Antonio Llombart, reconoció que la atención a la salud mental en la sanidad pública era uno de sus «defectos serios» y que los servicios como este de la AECC estarían supliendo estas carencias aunque es «difícil decirlo con objetividad».

Trénor adelantó que la asociación tenía «margen» para seguir atendiendo a esta demanda creciente sobre todo tras lo bien que ha ido la campaña de captación de socios. «Hemos crecido de 1.700 a 12.000 socios en cuatro años», apuntó la gerente de AECC Valencia, Helena Alloza.

Llombart destacó también el aumento de un 34 % en los nuevos casos de cáncer desde 2000. Al respecto, Llombart responsabilizó de este crecimiento a un cúmulo de «causas complejas» entre las que nombró el aumento de la supervivencia, la mayor alerta de la población y la mejora de los programas de prevención, además de causas externas como la contaminación pero también por el colectivo de jubilados extranjeros que se retiran en la C. Valenciana. «No hablamos de turismo sanitario, son residentes», especificó.