Mónica Oltra, vicepresidenta y portavoz del Consell, tuvo ayer un día muy duro. Como para que alguien le preguntara por un grupo de cazadores de las Islas Baleares que han decidido trasladar a dos campos de tiro en Llíria y Cheste los campeonatos de tiro al pichón y tiro a la codorniz que no pueden celebrar en su tierra porque la ley de Bienestar Animal, conocida como ley de toros, lo prohíbe. Sin embargo, la vicepresidenta demostró su profesionalidad y esgrimió un decreto aprobado ayer por el pleno del Consell que atribuye la potestad sancionadora en materia de bienestar animal, una forma rebuscada de asegurar que el Consell sancionará el maltrato animal.

Oltra no quiso inmiscuirse en una iniciativa privada de un grupo de cazadores que tienen previsto desplazarse a tierras valencianas junto a familiares y acompañantes para matar pichones en un campo de tiro. Una práctica polémica porque implica cortar la cola a las aves para evitar que puedan maniobrar en vuelo mientras intentan escapar de los disparos de los cazadores.

Oltra se limitó a invocar un recuerdo de infancia, en Paterna, donde los niños asistían con pena al tiro al pichón que implicaba la matanza de decenas de aves para entretenimiento de los tiradores que participaban en el juego.

Lo cierto es que no hay una norma en la Comunidad Valenciana que impida a los cazadores jugar a tirar a pichones y codornices y que, por esa razón, los aficionados de las Baleares trasalada aquí los campeonatos respectivos.

Raquel Aguilar, coordinadora del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) en València, expresó su «vergüenza» ante la inminente visita de decenas de cazadores para practicar en dos campos de tiro de Llíria y Cheste el tiro al pichón y a la codorniza que no pueden practicar en su tierra. «Cómo si esto fuera un paraíso para los que quieren hacer del maltrato animal una diversión», sentenció Aguilar.

La coordinadora de PACMA apuntó que en abril de 2006, los animalistas plantearon la necesidad de modificar la ley de maltrato animal vigente en territorio valenciano desde 1994, hace la friolera de 34 años. Aguilar lamentó que las Cortes Valencianes sigan permitiendo la exhibición de animales salvajes en los circos y que el nuevo reglamento de bous al carrer reconozca legalmente a los toros embolados, que antes estaban en un limbo legal sin sanción pero sin visibilidad ninguna.

La Federación Valenciana de Caza evitó cualquier comentario al respecto de la expedición de colegas desde las Islas Baleares que tienen previsto pasar el tercer fin de semana de marzo en la Comunidad Valenciana para practicar sin problemas dos modalidades de tiro que han sido prohibidas en las islas por el gobierno tripartito que aglutina hasta cuatro fuerzas de izquierda y aprobó en marzo de 2017 una norma específica sobre bienestar animal que allí llaman ley de toros.