La política medioambiental se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los principales puntos de fricción entre Podemos y sus socios del Pacte del Botànic, Compromís y PSPV. Se vio en la negociación de los presupuestos de la Generalitat para 2018, donde la formación morada y la coalición valencianista, que en las dos últimas elecciones generales compartieron listas, se lanzaron ataques.

Si algo ha dejado claro la destitución del líder de Verds-Equo, Julià Álvaro, como secretario autonómico de Medio Ambiente es que los principales apoyos no los tenía en la coalición de la que aún forma parte, Compromís, ni menos en el PSPV, el partido socio en la gestión de la Generalitat.

Únicamente integrantes de la formación que lidera Antonio Estañ y de Equo, socio estatal del partido de Pablo Iglesias, han salido en las últimas horas en defensa del destituido número dos de Medio Ambiente. El viernes, varias fuentes apuntaban al hecho de que nadie en Compromís, ni siquiera entre el ecologismo valenciano, haya lanzado ni una palabra de apoyo a Álvaro.

Es llamativo que únicamente lo hicieran voces de Podemos, por lo que la destitución de Álvaro agravará las diferencias que en materia medioambiental tiene el Consell bipartito y la formación morada. De hecho muchas de las enmiendas que el grupo parlamentario Podemos había presentado a los presupuestos del Consell en materia medioambiental habían sido redactadas desde el propio departamento de Medio Ambiente, en el que Verds-Equo trataba de hacerse fuerte desde el primer momento frente a la titular de la conselleria, Elena Cebrián, reforzada ahora tras las destitución de su número dos.

Fuentes del Consell avanzaron que no existe intención de cambiar las políticas que el ejecutivo de Puig y Oltra ha venido desplegando en Medio Ambiente, que son las mismas que Podemos critica al menos en sus plazos de ejecución. La formación morada ya lanzó un aviso el viernes y reclamó que la salida de Álvaro, que calificó de error, no suponga una ruptura con las políticas del cambio. En el Consell señalan que la salida de Álvaro no se debe tanto a línea política como a que no asumió el papel que le correspondía y también a alguna «deslealtad».