El interior de Castelló y de València amaneció ayer bajo una densa capa de nieve que provocó múltiples estragos en sus carreteras y en la actividad escolar de sus municipios. Alrededor de una veintena de viales requerían en la mañana de ayer el uso de cadenas para poder circular por ellas por culpa de la nieve y el hielo que había sobre la calzada, mientras que unos 600 alumnos no pudieron acudir a clase también a causa del temporal, que dejó un espesor de nieve de hasta 23 centímetros en la localidad de Vilafranca.

El manto blanco comenzó a tomar forma ya durante la madrugada, en la que el paisaje se tiñó paulatinamente de ese color níveo que nuestra mente asocia directamente al frío. Ante ello, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat establecía la Emergencia Situación 0 por nevadas en las comarcas de Els Ports, l'Alt Maestrat, l'Alcalaten y l'Alcoià -esta, en Alicante-, donde se precisaron las máquinas quitanieves para limpiar las carreteras con tal de que pudieran seguir circulando los vehículos por ellas.

Desde primera hora hasta mediodía alrededor de una veintena de carreteras de la Comunitat Valenciana requerían del uso imprescindible de cadenas o neumáticos especiales para la nieve para poder transitar por ellas. Algunas de estas vías incluso fueron cortadas, como la del Coll d'Ares, en la CV-15, donde la Guardia Civil reabrió el paso al tráfico de coches a las 11 horas.

Aunque el grueso del temporal recayó sobre Castelló, también hubo restricciones en viales de la provincia de València, como en los términos municipales de Casinos y Tuéjar o en tramos de la N-III hacia Madrid entre Requena y Villargordo del Cabriel o en la misma carretera en ambos sentidos entre este último municipio y Utiel.

Estas dificultades en el tránsito provocaron que buena parte de los alumnos de colegios e institutos no pudieran trasladarse en condiciones de seguridad a sus centros educativos para poder dar clase.

Según fuentes de la Conselleria de Educación, las malas condiciones meteorológicas impidieron que acudieran a recibir sus lecciones en la provincia de Castelló los estudiantes de Secundaria de Vistabella (IES Alfons XIII de la Vall d'Alba), Forcall, Cinctorres, Olocau del Rey, Todolella, la Mata, Sorita, Palanques, Ortells, Villores, Morella (IES Els Ports de Morella), Castellfort (IES de Vilafranca); los alumnos de Primaria de Sorita, Palanques, Ortells y Todella (CRA Els Ports, de Forcall), y de los alrededores de Morella (CEIP Mare de Déu de la Vallivana de Morella); así como los de ambos niveles de la zona de Culla y Ares del Maestrat.

Asimismo, en la provincia de València se vieron afectados todos los alumnos de los centros educativos de la comarca del Rincón de Ademuz y de los municipios de Aras de los Olmos, Titaguas y Alpuente. En total, se estima que el número de alumnos que no pudo acudir ayer a clase en la Comunitat Valenciana por culpa de la nieve supera los 600.

Sin médico de guardia en Portell

En el municipio de Portell, en la comarca castellonense de Els Ports, sus alrededor de 200 habitantes se quedaron durante toda la mañana sin servicio sanitario al no poder acceder el médico hasta el municipio.

Esta situación soliviantó al alcalde de esta localidad, Álvaro Ferrer, que denunció que la Conselleria de Sanidad no había previsto que se quedara un médico de guardia en su municipio. «Sanidad sí que lo ha previsto en Vilafranca, Morella, Vallibona, Castellfort o Ares, pero no se han acordado de Portell», criticó. Finalmente, cuando se reabrieron las carreteras, el médico de este pequeño municipio pudo llegar a su puesto, según confirmó el munícipe.

Más de 20 centímetros de espesor

La copiosa nevada dejó un espesor de hasta 23 centímetros en Vilafranca, mientras que en otras localidades cercanas alcanzaba los 20 centímetros de altura. La acumulación de nieve provocó que las máquinas quitanieves tuvieran que realizar labores de limpieza ya no solo en las carreteras, sino también en los propios cascos urbanos de algunas localidades, como en Ares, donde llegaron hasta la plaza del pueblo.

En otros, como en Vistabella o Vilafranca, se encargó este trabajo a brigadas municipales que trataron de devolver la normalidad en una situación un tanto especial.