Las lluvias y nieves caídas este fin de semana pueden tener un efecto claramente beneficioso para el campo valenciano y podrían ayudar a paliar, en cierta medida, la sequía que afecta a la cuenca mediterránea. Si bien las lluvias del fin de semana pasado permitirán que no haga falta regar ni desembalsar hasta el próximo mes de marzo, según señalaron fuentes sindicales de los regantes del Júcar, el último temporal de nieve podría permitir que el nivel de los embalses recupere algún punto de cara al envite del próximo verano.