El conseller de Hacienda, Vicent Soler, aseguró ayer en las Corts que su departamento no ha podido encontrar un inmueble público para la Agencia Antifraude por la situación de deterioro en que se encuentra el patrimonio público, lo que obliga al ente que dirige Joan Llinares a pagar un alquiler de 10.000 euros por un edificio junto a las Corts Valencianes, en el que ya se ha instalado la agencia.

«No es tan fácil como parece», dijo Soler preguntado por la diputada de Podemos Fabiola Meco. Soler explicó que se barajó la antigua casa de los caramelos, pero requiere dos años de obras y tampoco se consideró idóneos los pisos embargados a la trama Blasco o un inmueble en la calle Colón.

«Intentaremos encontrar una solución lo más rápida posible pero el edificio tiene que tener unos mínimos de centralidad y accesibilidad pero el patrimonio es precario y además se ha rebajado el número de alquileres», respondió el titular de Hacienda.