Según ha podido saber Levante-EMV, la autopsia que se les practicó ayer a las dos pequeñas de diez meses de edad en el Instituto de Medicina Legal de València, revela que ambas murieron por inhalación de monóxido de carbono. Este es un tipo de gas altamente tóxico que se encuentra en el humo provocado por una mala combustión de automóviles, candelabros, estufas de leña, carbón o gas y chimeneas. También se puede producir en aparatos de combustión que no estén bien calibrados o no cuentes con la ventilación apropiada.