Ciudadanos dispone de estudios demoscópicos que le sitúan como segunda fuerza política en intención de voto en la Comunitat Valenciana si se celebraran ahora elecciones generales. La formación que lidera Albert Rivera ha experimentado un fuerte empuje en sus expectativas electorales en toda España pero, según el trabajo interno al que ha tenido acceso Levante-EMV, ese crecimiento es incluso mayor en la Comunitat Valenciana que en el conjunto de España.

Aunque internamente se admite que no dejan de ser encuestas, el trabajo elaborado a partir de datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sitúa a la formación centrista en un porcentaje de voto en la Comunitat Valenciana del 23,6 % siempre en unas elecciones generales y solo por detrás del PP, que seguiría siendo la fuerza hegemómica en la Comunitat con el 28,97 %. Tras Ciudadanos y en tercera posición se situaría una hipotética coalición entre Compromís, Podemos e Izquierda Unida con el 21,97 (que perdería casi cuatro puntos respecto a 2016) y el PSOE con un 21,42, ligeramente por encima del 20,7 de las últimas generales.

Hay que tener en cuenta que el CIS mantiene en sus estudios la estimación de voto de la coalición A la Valenciana, la plataforma electoral en la que confluyeron Compromís, Podemos y EU en junio de 2016, por lo que no resulta posible dar un dato separado del porcentaje que obtendrían Compromís y Podemos de forma autónoma en unas elecciones generales. Hay que recordar también que el barómetro, que se conoció a principios de semana, se ha realizado con un total de 2.500 entrevistas en toda España, unas 250 en la Comunitat Valenciana y con un margen de error en torno al 2 %.

Con todo, el porcentaje de voto que registraría Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, del 23,6, es casi tres puntos mayor que la media española, donde se quedaría en el 20,7. También el voto de los populares en la Comunitat Valenciana sigue siendo superior al del conjunto de España ya que el PP obtendría el 28,9 en el territorio valenciano y el 26,3 en el conjunto del Estado. Además, la caída de las expetactivas electorales del PP sería muy similar en el conjunto de España (6,7 puntos) frente a los 6,4 de la Comunitat Valenciana. El mayor crecimiento de Cs se daría en Alicante, hasta llegar al 25 %, mientras que en Castelló y Valencia se quedaría en el 23 y 22% respectivamente

Más allá de los porcentajes que incorpora, lo que vendría a poner sobre la mesa el estudio es que el crecimiento de Ciudadanos se convertiría en tendencia ya que no deja de crecer en todos los sondeos desde su triunfo en las elecciones catalanas del pasado 21 de diciembre. En el conjunto de la Comunitat Valenciana, la sensación que se tiene en el partido es que las catalanas les han disparado y que han caído mitos como que el voto útil beneficia al Partido Popular (en Cataluña el PP ha bajado hasta el punto de quedarse sin grupo parlamentario) o que la formación no tiene referentes de relumbrón más allá de Albert Rivera. A favor de Ciudadanos juega el desgaste que sufren los populares con la agenda de casos de corrupción que han llegado a los tribunales y que aún no ha terminado y el hecho de que pueda verse a Ciudadanos como una opcíón política que puede competir electoralmente de tú a tú con los populares en España.

Pero en contra de la formación centrista juega la solidez que aún tiene el PP en la Comunitat Valenciana ya que pese a los casos de corrupción seguiría situado en torno a la franja del 30 por ciento de voto, aún por encima de la intención de voto que registra en España. Y también juega en contra de Ciudadanos que no tiene ni de lejos la estructura territorial implantada por los populares y que, de momento, su intención de voto solo cotizaría al alza cuando se trata de unas generales y aparece la figura de Albert Rivera, pero por contra no tienen referentes consolidados en el ámbito territorial valenciano.

En la última encuesta autonómica que la Generalitat ha desvelado esta semana, los valencianos apenas lo puntúan en la defensa de los intereses autonómicos. Además, en el último año han sufrido capítulos internos de fuerte convulsión como la salida de varios diputados del grupo parlamentario en las Corts, la pérdida de concejales o la última crisis en el Ayuntamiento de València con la renuncia del concejal Santiago Benlliure y el malestar de otros concejales. Ello demostraría que su cohesión interna es frágil.