Histórico del PP desde los tiempos de Manuel Tarancón y conocedor durante más de tres décadas de las interioridades del partido que mayor poder ha acumulado en la Comunitat Valenciana, el exdiputado Miguel Barranca, hoy colaborador de la Justicia según dijo en su comparecencia en las Corts, no dejó indiferente a nadie.

De forma vehemente repasó su paso por la empresa pública Ciegsa, en la que fue director de Relaciones Institucionales y de la que salió en ambulancia tras una acalorada bronca con el entonces gerente, Máximo Caturla, detenido después en la Operación Taula. «Era una mala persona, un hijo de buena madre, capaz de mandar al paro a gente que sufría cáncer, aún estoy esperando a que me pregunte por mi salud», aseguró ayer.

Barranca ajustó cuentas en público con Caturla. Y también se refirió al presente del PP, partido del que ya no forma parte porque se dio de baja. «El PP es un desastre, aunque Ricardo Costa ha sido un valiente» y señaló: «No volveré [a militar] hasta que se limpie, Bonig trabaja mucho pero no le dejan limpiar, no sé quien pero no le dejan; veo muy difícil que el PP vuelva al gobierno, tiene que limpiarse desde la oposición», señaló.

Hijo de padres trabajadores, que tuvieron que ir a Francia a vendimiar, Barranca cuenta que en la actualidad le da por pensar que se equivocó de partido cuando empezó a militar en el PP. «Siempre resulté incómodo y tuve muchos problemas por decir las cosas claras, teníamos cuatro abogados y contratábamos con Broseta, yo lo advertía pero jamás me hicieron caso», rememora.

Detalla que un buen día, tras 17 años en coche oficial, se presentó en la cola del paro después de que lo echaran de Ciegsa con 62 años, ya en tiempos de Caturla. Ese día llamó al móvil a Francisco Camps para decirle que no conocía la realidad valenciana. El presidente no respondió. Pero un tiempo antes si aceptó una reunión a dos bandas. Barranca le vino a decir, como ya informó Levante-EMV, que Caturla no era de fiar porque había cerrado todos los canales de información sobre los detalles de los contratos de Ciegsa. Camps le respondió que Caturla era su amigo y que se quedara tranquilo.

«El problema de este partido -aseguró- son individuos que han entrado en él, como Caturla, que enseguida traicionó a Rus para irse con Fabra; el PP es un gran partido que ha tenido muy mala gente, mucha basureta», añadió , aunque dijo que nunca ha visto a nadie contar dinero ni tampoco tiene pruebas de corrupción en Ciegsa.

De Rus dijo que era amigo «de los de irse en Ferrari a Barcelona» y apuntó que su gran desengaño fue que confiara en Caturla como diputado por la Vall d'Albaida (la comarca de Barranca) y que aquel desconocía por completo. De Caturla añadió que actuaba con chulería y solía usar la frase: «me lo como con patatas». «De tantos que se comió necesitaba 50 hanegadas; era Máximo patata», remató.