La alcaldesa de Buñol, Juncal Carrascosa, ha trasladado a la Fiscalía de Menores su preocupacón por los «diversos y continuados problemas vecinales que está provocando la masificación del centro de menores y la falta de control» de sus residentes fuera de las instalaciones. Asimismo, la munícipe socialista ha convocado una Junta de Seguridad para el próximo jueves 22 de febrero para analizar la situación y valorar «si la dotación de personal y la coordinación entre los distintos entes responsables es la correcta».

Está previsto que acudan a esta reunión representantes de la Conselleria de Políticas Inclusivas, el Centro de Recepción de Menores, la Policía Local de Buñol, la Guardia Cvil, la Dirección General de Emergencias, la Policía Autonómica, la Subdelegación del Gobierno y la Fiscalía de Menores.

Carrascosa reclamó además a la Conselleria de Políticas Inclusivas, administración tutelar de estos menores, más medidas de prevención y protección para estos adolescentes «que repercutan en la mejora de la convivencia, el bienestar del centro y la integración de los jóvenes residentes».

«Nosotros confiábamos en que a partir de noviembre, cuando se dotó de más personal, habría una mejora notable. Sin embargo ahora hay menos incidentes dentro del centro, pero fuera siguen», criticó Carrascosa, que insistió en que entiende que «son menores desprotegidos» pero denunció que «en el centro hay una gran falta de disciplina y de atención». «Están mucho tiempo por la calle dando vueltas y ociosos, y hemos detectado casos de embriaguez», añadió tras lamentar que estos adolescentes «siguen desprotegidos» por «la falta de medios y de planificación, y la descoordinación de la conselleria».

Tal como ya informó Levante-EMV en el mes de noviembre, la Fiscalía de Menores presentó, tras una visita sorpresa de sus inspectores el 30 de octubre, un informe demoledor sobre el centro de Buñol en el que, entre otras cosas, detectaba una sobreocupación del 50 % (entre 40 y 50 menores alojados cuando su capacidad es de 30 residentes), consumo de marihuana por parte de los interinos o que algunos de ellos dormían en colchonetas en el suelo. Ante ello, otorgó un mes a la conselleria para resolver estas anomalías.

Oltra: «Deficiencias subsanadas»

El pasado viernes, la consellera de Políticas Inclusivas y vicepresidente del Consell, Mónica Oltra, aseguró que su departamento ha subsanado aquellas deficiencias y se ha incrementado el número de profesionales que trabaja en la instalación. No obstante, admitió que el centro ha llevado a cabo una metodología de trabajo con los menores «errónea», ante lo que se ha contratado soporte metodológico a expertos externos, con tal de que en un futuro próximo se obtengan resultados positivos en ese sentido.

El centro de recepción de menores de Buñol comenzó a funcionar como tal -antes era de acogida- en julio del año pasado. Allí fueron trasladados los adolescentes que se encontraban ubicados en la instalación para este uso de Monteolivete, que fue cerrada por «graves deficiencias». A este centro son destinados de manera provisional niños con problemas de conducta y otros que han sufrido malos tratos en el seno familiar o que han llegado solos procedentes del extranjero, a la espera de que se les dé un hogar adecuado. Según fuentes de la conselleria, en un principio estos niños no deben estar más de 45 días en el centro de recepción, aunque, según reconocen, en situaciones «excepcionales» la situación se puede alargar.

A priori, este centro será trasladado el año que viene a Llíria.