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Medio ambiente

La CHJ detecta larvas de mejillón cebra en Alarcón y dos embalses de Alicante

La Confederación Hidrográfica cambiará la normativa de navegación de estas zonas para tratar de evitar la propagación de esta especie invasora

La CHJ detecta larvas de mejillón cebra en Alarcón y dos embalses de Alicante

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha detectado la presencia de larvas de mejillón cebra en tres embalses de su demarcación en los que, según asegura la misma entidad, no tenía constancia de su presencia: Alarcón (Cuenca) y Tibi y Amadorio (Alicante). No obstante, no han aparecido ejemplares adultos en ninguno de estos puntos.

Este hallazgo se ha realizado como consecuencia de las actividades del Plan de Choque iniciado en 2017 para el control y seguimiento de esta especie invasora, según informó la CHJ, que anunció que estos resultados provocarán cambios en la normativa sobre navegación en estos puntos, ya que las embarcaciones son el principal vector -junto a la pesca- a través del que se propaga el mejillón cebra.

Los embalses de Alarcón, Tibi y Amadorio se suman de esta manera al de El Naranjero en la lista de lugares de la cuenca del Júcar con presencia de larvas de mejillón cebra, si bien ya en 2010 el informe de una consultora externa halló una de estas larvas en los filtros de plancton instalados en Alarcón.

Estos emplazamientos, en caso de que se encontraran ejemplares adultos allí, se podrían sumar a los puntos calientes de presencia del mejillón cebra en la demarcación del Júcar: el pantano de Sitjar y el río Millars (Castelló), y los embalses de Cortes II, Embarcaderos, La Muela, Tous y Forata, el río Júcar y los canales Júcar-Vinalopó y Júcar-Turia (València) -siendo este último punto el más preocupante por su proximidad con l'Albufera y el riesgo de que el parque natural fuera colonizado-.

La primera vez que se detectó el mejillón cebra en la Comunitat Valenciana fue en septiembre de 2005, concretamente en el río Millars. A raíz de aquel hallazgo, en cuestión de poco más de una década, esta especie invasora ya se ha extendido por diversos puntos de la geografía hidrológica valenciana, lo que ha suscitado distintos planes de control y seguimiento por parte de la CHJ.

Entre los principales perjuicios que puede provocar la presencia del mejillón cebra se encuentran su afección sobre la existencia de otros bivalvos, peces o flora autóctona, además del colapso de todo tipo de infraestructura relacionada con la conducción y el paso del agua.

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