El promotor de Puerto Mediterráneo, el grupo británico Intu Hammerson, ve su futuro en València con algo más de optimismo. La visita del embajador británico, Simon Manley, al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, parece haber roto la frialdad entre inversor y administración. Mientras Presidencia de la Generalitat reconoce que busca una «solución de consenso» tras meses de distanciamiento, el promotor se abre también a introducir las modificaciones técnicas necesarias en el proyecto para que tenga encaje legal.
Así lo reconocen fuentes conocedoras de las negociaciones, que apuntan a la intención del inversor de asumir las peticiones de la Conselleria de Obras Públicas. Cabe destacar que el informe de evaluación ambiental negativo de septiembre de 2016 se apuntaló sobre un documento en contra del departamente de Carreteras: el proyecto original solo contempla un área de reserva de 50 metros de espacio libre hasta la cercana CV-35, mientras el funcionario sostiene, según la normativa, que esa zona de servidumbre debe de ser de al menos cien metros.
El asunto es controvertido: un año antes la Generalitat había dado el visto bueno al proyecto sin presentar salvedades respecto a la distancia con la carretera. Además, varias sentencias asumieron que esa carretera solo requiere un área de reserva de 50 metros.
De un modo u otro, el promotor parece hoy dispuesto a modificar el proyecto para facilitar una salida. Su idea, desde hace meses, es evitar tener que volver a poner en marcha toda la tramitación del proyecto, que ha tenido un periplo de un lustro pese a que la figura utilizada, la Actuación Territorial Estratégica (ATE), estaba concebida como un proceso exprés de medio año.
Intu Hammerson aspira a hacer valer todos los informes -medio centenar de documentos-, que recabó tras años de tramitación.
En este sentido, ha trabajado con el Ayuntamiento de Paterna para adaptar el proyecto a sus exigencias. Se quiere presentar un proyecto remodelado, más verde y con mejores accesos. De hecho, incluso se va a cambiar el nombre de Puerto Mediterráneo. Desde la Generalitat, por su parte, ayer se mantenía el mismo mensaje. «Cualquier proyecto que cumpla la normativa va a ser apoyado por la Generalitat. Pero para ello hay que cumplir la legalidad, de todo tipo», aseguró el jefe del Consell, Ximo Puig. «Hay que dialogar y generar toda la confianza posible para la inversión pero desde la legalidad», dijo sobre su encuentro con el embajador.
«O plan parcial o nueva figura»
Desde la Conselleria de Obras Públicas, María José Salvador, apuntó, en línea con lo defendido hasta ahora, que el promotor tiene dos vías: «Reinicio del proyecto con un plan parcial presentado al Ayuntamiento de Paterna. La administración en este caso solo ésta para que se cumpla la legislación vigente».
O, como alternativa, acogerse a una nueva figura administrativa que está a expensas de ser aprobada por las Corts: el Proyecto de Inversión Estratégica Sostenible (PIES). «Los PIES son una figura parecida a la antigua ATE y que será una tramitación ágil en la que podría encajar este proyecto», señaló la consellera. La cuestión es «trabajar bajo las premisas de seguridad jurídica, cumplimiento de la legalidad vigente, que los informes que sean favorables y que sea un proyecto que cumpla la normativa».
También se manifestó el PSPV, pero para marcar distancias con Compromís, después de las declaraciones del director general de Comercio, Natxo Costa, que dijo que «no habrá Puerto Mediterráneo». El portavoz del PSPV y presidente de la Diputación de València, Jorge Rodríguez, aseguró que la posición de su partido «siempre va a ser favorable al desarrollo de los intereses económicos» de la C. Valenciana. «El PSPV nunca ha estado cerrado a llegar a acuerdos y a buscar soluciones que permitan el desarrollo económico y la generación de puestos de trabajo», concluyó.
En este sentido, la consellera Salvador también advirtió de que la reactivación del proyecto no depende de «opiniones personales de nadie, sino de que se cumpla la legalidad».
