El director de la Central Nuclear de Cofrentes (CNC), Tomás Lozano, aseguró ayer en las Corts Valencianes que las instalaciones actuales «no tienen nada que ver» con las que tenía el complejo energético hace 33 años, cuando fue conectada a la red eléctrica por primera vez, y recordó que solo en los últimos diez años Iberdrola «ha invertido 450 millones de euros en modernizar sus instalaciones».

Frente a las críticas de los grupos parlamentarios de Compromís y Podemos por la repetición de incidentes en poco más de un año (diez sucesos notificables en 2017 -uno de ellos calificados con el nivel 1 en la escala INES- y dos en lo que va de 2008 producidos poco después de la recarga y puesta a punto de la instalación), el director de la CNC insistió en su comparecencia ante la Comisión de Medio Ambiente de las Corts -a petición del PSPV- en los «elevados» índices de seguridad de la central.

No obstante, admitió que la inspección de una válvula del sistema de alimentación de agua al reactor realizada durante la recarga, en la que ya se habían detectado anomalías, no fue capaz de anticipar el deterioro de sus componentes pese al uso de técnicas de endoscopia mediante cámaras.

Durante el arranque de la central, un bulón y un tornillo de una de las válvulas salieron despedidos hacia las entrañas de la instalación obligando a prolongar la parada desde el 31 de octubre al 6 de diciembre del pasado 2017.

La revisión del incidente por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) forzó su posterior inclusión como una «anomalía» de nivel 1 en una Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).

Pese a la repetición de sucesos, Lozano recordó que ninguno de ellos había «afectado a personas, a la instalación, ni al medio ambiente». «Todos los indicadores de funcionamiento» que fiscaliza el CSN han permanecido «en verde» en 2017, recordó Tomás, así como las más de 30 inspecciones realizadas por los técnicos de este organismo.

Sustitución

Respecto a la nueva parada realizada el pasado seis de enero para sustituir componentes asociados al sistema de inserción de las barras de control, Tomás Lozano explicó a los diputados que se habían detectado «pérdidas de estanqueidad» en dos de las 20 juntas «suministradas por un gran fabricante» que fueron sustituidas en la última recarga.

«Había un ligero goteo en dos de ellas, pero hemos decidido sustituir el resto de las que se cambiaron esta recarga -20 de un total de 155- por si existiera un problema de fabricación». Los trabajos se realizarán a lo largo de esta semana en la que, de nuevo, permanecerá cerrada la instalación.

Críticas

Las explicaciones de Lozano no convencieron al portavoz de Compromís en las Corts, Juan Ponce, que acusó a Tomás Lozano de convertir en «propaganda» su comparecencia.

El diputado preguntó por «los planes de desmantelamiento» de la instalación y expresó su confianza en que se cumpla el acuerdo parlamentario suscrito por el PSPV-PSOE, Podemos y Compromís para el cierre de la instalación en marzo de 2021, cuando finaliza la licencia de funcionamiento otorgada por el Gobierno.