El alcalde de València, Joan Ribó, firmó ayer con el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el convenio de colaboración interinstitucional para la formación de la Policía Local de València para prevenir y combatir los delitos de odio.

Ribó defendía ayer los valores de la democracia y alertaba del «riesgo de fractura social» que comportan las actitudes de discriminación étnica, de género, religiosa, cultural, de orientación sexual y ante la diversidad.

Ribó subrayaba la importancia de «conocer, tipificar, detectar y saber hacer frente a este tipo de delitos, una tarea - aseguraba- en la que adquieren una relevancia especial las instituciones, a través de figuras como los agentes de igualdad, o los diferentes cuerpos y fuerzas policiales.

Y también, por supuesto, las policías locales que, como en el caso de València, ya están siendo formadas contra un tipo de manifestaciones y conductos delictivas inadmisibles y perturbadoras de la convivencia en paz y libertad».

El acto contó con la presencia de la vicepresidenta del Consell y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, el director de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, Josep Maria Àngel, y la edila de Protección Ciudadana, Anaïs Menguzzato.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmaba que para la convivencia «es fundamental el asentamiento de los valores democráticos en la sociedad», y defendía la labor de prevención y actuación de una policía democrática y moderna. «No todo está superado; por eso, la formación es fundamental».

Por su parte, Oltra denunciaba que este tipo de delitos se ha extendido como efecto de la crisis económica y su gestión, al precarizar las relaciones laborales, la sanidad, la educación y los servicios sociales, y al favorecer un recorte de las libertades y los derechos.