Las continuas lluvias en València durante toda la jornada del martes devolvieron una estampa de sobra conocida en los pasillos del Hospital Clínico: cubos para recoger el agua que se filtraba desde los falsos techos.

El sindicato CSI·F denunció ayer que el agua caída esta semana había agravado los problemas estructurales que arrastra el centro de la avenida Blasco Ibáñez y que, periódicamente, crean numerosos problemas a personal y pacientes.

Así, desde el sindicato señalaron ayer tres áreas especialmente afectadas ahora por las goteras: el comedor de Psiquiatría en la planta séptima; el sótano que enlaza dos de los pabellones del centro, el A y el C y por el que transitan tanto personal como pacientes para ser trasladados rápidamente y la entrada a la sala de Reanimación en el piso segundo, donde se tuvieron que poner cubos y empapadores en el suelo para recoger el agua que caía.

Las filtraciones en el sótano, que se repiten en el tiempo, llegaron ayer a afectar, según denunciaron desde el sindicato a la instalación eléctrica «con cortes en diversas zonas del recinto hospitalario».

Las goteras en diferentes puntos del hospital cada vez que llueve -e incluso la caída de falsos techos a causa de las humedades- se ha vuelto una constante en la parte más antigua del centro hospitalario. Hace un año, por ejemplo, ya se tuvo que cerrar el comedor de Psiquiatría por la aparición de goteras y la rotura de varias bajantes -con las consiguientes filtraciones-también se vienen denunciando con asiduidad.

Desde el sindicato reclamaron «una infraestructura en condiciones» tanto para pacientes como para profesionales. La dirección del hospital viene realizando mejoras parciales en algunos servicios del centro aunque insuficientes tanto para solventar problemas estructurales como para dotar de más espacio a las diferentes áreas asistenciales.

El proyecto de ampliación en los terrenos de la cercana Escuela de Agrónomos -recién comprada por el Consell a la Universitat Politècnica- prevé ganar 30.000 metros cuadrados de terrenos para, en principio, ubicar allí los quirófanos.