Habla, o mejor dicho, recita por la boca de la primera autoridad de la ciudad, en la actualidad, la socialista Amparo Marco, y su relato es el anuncio más esperado por el mundo de la fiesta en un año: el inicio oficial de las fiestas Fundacionales de Castelló, la Magdalena. Desde 1945 este destacado rol festivo lo desempeña el pregonero, un personaje inspirado en la tradición agraria de la ciudad: el Sequier Major (coordinador de los turnos de riego en la acequia mayor de la trama agrícola del término de la ciudad).

El pregonero siempre es un hombre, porque nunca hubo una mujer que ocupó el cargo Sequier Major. En la actualidad, el pregonero lo elige la alcaldesa de entre una terna de finalistas que aspiran al puesto. Este año el elegido por la regidora ha sido Salvador Ramos Pardo, exempleado de banca, y, en ahora, «jubilado e hiperactivo», como el mismo se autodefine. A la prueba se presentaron ocho aspirantes.

Ramos enumera así los elementos más característicos de su indumentaria: «Traje de castellonero: pantalón, la chaquetilla, la camisa, un chaleco, y la faja, con pañuelo incorporado, unas calzas, zapatilla negra con hebilla, y después, una capa, en la cabeza, el pañuelo, y la rodina (sombrero)». «El traje me lo han dejado al completo. No sé si sería caro, pero barato no debe de ser porque nada más que la capa es una preciosidad. Y La rodina es una prenda de lujo», añade.

El caballo también lleva adornos, una capa noble verde con el escudo de Castelló a cada lado. Y, además, el caballo va engalanado, y todo su herraje reluciente. Al principio el caballo se alquilaba, ahora lo cede el ayuntamiento. No se trata de un potro, si no de un caballo más tranquilo, de arraste, lo que se conoce como un haca o percherón. Entre otras razones, para evitar sustos al pregonero que no siempre es un experto jinete. «Será una experiencia. Nunca he montado a caballo», dice Salvador.

El primer pregón fue el Carlos Expresati, en 1945. En 1947 se creó el pegró de Bernat Artola. No siempre el pregonero fue a caballo. En un principio, iba en la misma carroza que la reina y lo portaba en mano una persona mayor. Cuando sonaban los clarines, esa persona que representaba a la sociedad mayor, le entregaba el pergamino a un joven, que finalmente leía el bando. Una manera alegórica de pasar el testigo de una generación a otra.

Salvador Ramos recitará el bando de Bernat Artola en seis puntos del recorrido: Forn del Pla, Plaza María Agustina, plaza Cardona Vives, plaza de la Paz, Puerta del sol, frente a la tribuna de autoridades, y plaza Rey Jaume I.