Las cinco conselleras de la Generalitat no acudirán a la sesión de control en las Corts y tampoco tendrán agenda pública el próximo 8 de marzo con motivo de la huelga feminista convocada para ese día, para «visibilizar que la mitad de la sociedad falta» cuando las mujeres paran.

Así lo anunció la vicepresidenta, Mónica Oltra, tras el pleno del Consell, el primero paritario en la historia de la Generalitat, destacó. Así, tanto ella como Gabriela Bravo (Justicia), Carmen Montón (Sanidad), Elena Cebrián (Medio Ambiente) y María José Salvador (Vivienda ), no ocuparán sus escaños en ese pleno reducido.

Según dijo, no pueden llamarla huelga, porque son poder ejecutivo y no pueden hacerla, pero con su gesto pretenden «participar en la visualización simbólica de lo que supone esta convocatoria».

«Estaremos al pie del cañón, somos el poder ejecutivo, pero no tendremos agenda pública ese día», remarcó, ya que este año «es un punto y aparte del movimiento feminista y se ha producido una mayor visibilización.

El Consell aprobó ayer asimismo una declaración institucional de apoyo a las acciones convocadas para el 8 de marzo porque considera «necesario y urgente luchar contra las distintas formas de ataque permanente contra las mujeres y contra la igualdad de género, y visibilizar la situación de discriminación».

Por su parte, la sección sindical de UGT en la Diputación de Valencia ha solicitado al pleno de la corporación que el dinero que se descuente de las nóminas de trabajadores que sigan la huelga del día 8 se destine a programas de lucha por la igualdad y contra la violencia sexista. El sindicato quiere dar un paso más para hacer de este 8 de marzo «una jornada de reivindicación activa y global por la igualdad». UGT pretende que los paros parciales se conviertan en un elemento de motivación extra para el personal.