Los trabajadores de Vaersa asisten atónitos a los detalles sobre la causa judicial que investiga la presunta malversación cometida durante los preparativos de la visita del papa, que Levante-EMV ha desvelado desde el pasado miércoles. La empresa pública Valenciana de aprovechamiento energético de residuos SA (Vaersa) se convirtió en en una especie de «chicos de los recados, porque nos encargaban todos los trabajos que no querían realizar las otras empresas», según ha declarado un testigo en la causa. El resultado: un agujero de 850.000 euros que asumieron las arcas públicas.

El representante de CC OO en Vaersa, Javier Armesto, explicaba a Levante-EMV que «no nos han extrañado las informaciones porque los partidos siempre han usado Vaersa para su interés, para practicar el nepotismo y para asumir el déficit de la administración valenciana. Hemos sufrido el clientelismo del PSOE, UV y el PP». Armesto recuerda que, además de despedir a trabajadores en Vaersa mientras se perdonaba la deuda por la visita del papa, «Císcar e Isabel Bonig redujeron las tarifas que se abonaban a la empresa en diciembre de 2013, lo que provocó pérdidas de dos a tres millones el año siguiente. Metieron en pérdidas a Vaersa para salvar a la conselleria».

El representante del STAS-IV en la empresa, Antonio Bernat, también critica la condonación de la deuda por Vaersa a la Fundación V encuentro mundial de las familias, que «se ocultó a los trabajadores y representantes sindicales. Si lo hubiéramos sabido, lo habríamos denunciado como hicimos con los coches por dos millones de euros que se compraron».

Por último, el Consell acordó ayer la personación penal y civil en la causa que investiga la visita del papa para «poner luz en la oscuridad y averiguar cuánto dinero se gastó mediante contratos presuntamente ilegales» y recuperar el dinero, según la vicepresidenta, Mònica Oltra. .