La Conselleria de Sanidad va a sacar un contrato de ocho millones de euros para cubrir el periodo «de transición» de cerca de dos años entre que finalice este mes de septiembre el contrato de las resonancias con Erescanner Salud en 16 hospitales valencianos y se complete el proceso de internalización del servicio y de los 20 equipos públicos que hay ya instalados por el propio personal de la pública. Así, el pleno del Consell aprobó ayer este contrato para realizar resonancias magnéticas con el que Sanidad busca «cubrirse las espaldas» ante la salida del negocio de Erescanner. Se da la circunstancia de que los aparatos de resonancias magnéticas que se van a comprar con el dinero donado por la fundación Amancio Ortega -y que vienen a completar esos 20 públicos- aún no están adjudicados y no estarán en funcionamiento a tiempo antes de la finalización del contrato privado. De ahí que se haya decidido esta solución «intermedia». El contrato debería dar también cobertura al servicio en el Hospital General que sigue dando Eresa aunque el contrato acabó el pasado mes de enero.

El contrato sale en cinco lotes y con un presupuesto máximo de licitación de 7,9 millones anuales de media y los precios máximos por exploración se han ajustado al precio de mercado con rebajas del 40% en la resonancia simple (la más frecuente) o del 50% en la doble respecto al contrato vigente, según informaron ayer.

La Conselleria de Sanidad promovió la internalización del servicio en estos 16 hospitales (solo unos pocos como el Doctor Peset lo gestionan de forma directa) para que estuviera implantado totalmente para este mes de octubre. Aún así se ha optado por licitar este contrato y tener la posibilidad de derivar pruebas a la privada hasta que todo esté en funcionamiento. Los nuevos equipos que se comprarán con el dinero del dueño de Zara irán a Vinaròs, Requena, Arnau de Vilanova, San Juan, Torrent, y dos al General de València.